Cuando en el ámbito de la política aparece un Mesías que
se presenta como poseedor de la verdad y de todas las soluciones que se puedan
aplicar a los problemas de los menos favorecidos, estamos hablando de un
canalla. Y Pablo Manuel nos ha dicho por activa y pasiva que él tiene todas
esas soluciones. Es evidente que solo una minoría de crédulos aun creen en esos
milagros. Pero esa minoría infecta el cerebro de muchos que necesitan creer en
las fantasías de un estafador profesional.
Un canalla según el diccionario es un ser despreciable por su comportamiento
vil, es un ser ruin y malvado. Sabe que miente y que está causando un daño en
muchas ocasiones irreparable y persiste en él sin importarle quienes o cuantas
sean sus víctimas. En España en estos momentos hay mas de dos millones y medio
de hogares sin ingresos, unos trece millones de españoles en el umbral de la
pobreza, personas dependientes que están muriendo mientras esperan las ayudas
que necesitan, parados sin subsidios, en general miseria y pobreza. Algo que a
Pablo Manuel no le importa con tal de conseguir sus fines.
Si a lo anterior se une el alma de trilero, de estafador,
estamos ante un "delincuente" de los peores que pueden existir. Son
esos delincuentes a los que no se les puede achacar el delito de estafa aunque
todo lo que hace sea "estafar" a los que le están escuchando y
creyendo en sus fórmulas mágicas. Porque Pablo Manuel insiste cada vez que sale
a montar una escena o su número circense en las mismas mentiras acusando a la
vez a quienes intentan socorrer y ayudar a los que mas lo necesitan, y esos son
las víctimas de Pablo Manuel, la mayoría de sus votantes.
En lenguaje coloquial podemos decir que es un trilero, un
estafador, que comete una estafa continuada. Obtiene lo que desea mediante el
abuso de confianza o la mentira. En definitiva es un estafador que en su caso
necesita de otros estafadores bien pagados por él mismo o por los que van a
sacar provecho de la estafa. ¿Y quiénes son esos otros estafadores? los medios
de comunicación que han encontrado en Pablo Manuel un filón para llenar sus
radios televisiones y diarios de las proclamas de Pablo Manuel. Hay
profesionales de esos medios a los que no les ha dolido que su fotografía salga
en compañía del estafador, comiendo en armonía y francachelas con champan francés
en fiestas de cumpleaños de algún propietario de televisión. Por otro lado,
quedan algunos profesionales, muy pocos, con la honestidad suficientemente
contrastada como para que sean creíbles en sus opiniones. Elisa Beni, Miguel Ángel
Aguilar, Julia Otero, Antón Losada y algún otro u otra que me dejo en el
tintero.
El resto es un páramo de advenedizos pelotas que ejercen
el canalleo informativo de manera magistral, incluso los hay que han sido
condenados por sus opiniones a veces delictivas. Y están a todas horas en todos
los medios. Desde las seis de la mañana hasta las doce de la noche. Es un
sinvivir. En televisiones en manos de empresarios ligados a la derecha y
extrema derecha, televisiones de la religión del régimen del dictador, radios otrora
"afines" al progresismo que por arte de magia se han derechizado de
tal manera que el acoso a los representantes del único partido que no les baila
el agua ha sido repugnante, sea por la mañana al mediodía por la tarde o por la
noche, sobre todo por la mañana y por la noche. Y creo que todos sabéis de que
cadena de radio hablo. ¡Qué vergüenza Pepa!
Pero volvamos a nuestro estafador canalla. Podríamos ampliar la fotografía
añadiendo que su principal características es que utiliza el engaño con
promesas o esperanzas para las víctimas, cuando en realidad se sirve de ellas
para obtener un beneficio mediante el engaño. Es decir, es un timador y lo que
hace es timar a los que creen en sus mentiras. Las características de estas
personas son entre otras la actividad, son hiperkineticos. Tienen una buena
dicción y léxico y se les nota que han estudiado algo. Tienen un gran poder de
convencimiento y pueden vender cualquier cosa. Se cree todo lo que dice y está
convencido de lo que dice, es un mitómano. No le importa el daño que cause a
quienes está engañando para conseguir sus objetivos, porque está convencido de
que lo que hace esta bien. Y no es capaz de mirar a la cara a sus
interlocutores mucho tiempo, le delatan los parpadeos constantes cuando miente,
y miente siempre. Y Pablo Manuel ya ha dado sobradas muestras de que su fuerte
no es mirar a la cara a las víctimas de sus mentiras.
Al igual que los psicópatas, los estafadores no reconocen
la línea entre bien y mal, con la gran diferencia que en estos casos no existe
violencia física contra las víctimas. La estafa es cuidadosa y deliberadamente
planificada. Puede durar días, meses y en este caso años de trabajo. La
premeditación, planificación desde el principio, con la elección de las víctimas,
hasta el final es meticulosamente preparada, además de la organización e
infraestructura que se requiere, hay cierto arte en su ejecución siempre
presente. Y de eso trae Pablo Manuel una experiencia abultada de sus viajes a
Venezuela e Irán, dos países en los que ha dado clases de estafador político
junto con sus amigos, un becario que cobraba sin trabajar y un defraudador de
hacienda que se libro por los pelos. Hay vídeos en los que se les ve arengar a
los venezolanos al tiempo que los hay de conferencias en las que admite sin
rubor que "trabajo para Irán un país de asesinos, pero así es la política".
Esto se lo dices a sus víctimas y te lo niegan, diciendo que están manipulados
los vídeos. Tal es el grado de sumisión al que ha conseguido llegar el canalla
con sus votantes.
Estas
víctimas son normalmente personas con pocos estudios, influenciables y/o de
cierta edad que tienen algo que el estafador quiere que le den. Y para eso el
estafador tiene que conseguir la confianza de las victimas cueste lo que cueste
y al precio que cueste. El estafador intenta siempre por todos los medios
generar esa confianza y ocultar cualquier elemento que pueda desenmascararle.
Para ello hace desaparecer toda la información que le pueda incriminar en otros
hechos parecidos.
En nuestro caso no es un delito de los que se encuentran en el Código Penal en
los artículos 248 y 251bis, porque la estafa de la que se trata es la de
convencer a los votantes de que el estafador le va a hacer entrega de todos los
bienes que le promete insistentemente. Les hace entrega de la esperanza de un
futuro mejor del que están sufriendo.
Son las víctimas engañadas las que de forma voluntaria le
van a entregar el bien tan preciado que el estafador, el canalla, desea con
ansiedad, su voto.
¿Cuáles son los hechos en los que me baso para calificar
a Pablo Manuel como estafador, timador y canalla, en el sentido político de la
expresión?
En que en España dos partidos democráticos hicieron un
pacto de gobierno en el que la urgencia de las personas en desamparo económico,
las personas que peor lo están pasando, las que viven del milagro de estirar la
pensión del abuelo o de las ayudas de instituciones sin afán de lucro o de las ONG,
les hicieron poner en sus conversaciones en primer lugar la ayuda urgente a
todas ellas.
Se puso delante los mas de tres millones y medio de hogares
sin ningún ingreso, a los mayores de cincuenta y dos años en paro y sin
subsidio, a los dependientes sin ayudas que mueren esperándolas, los casi trece
millones de españoles en el umbral de la pobreza.
Esos dos partidos Psoe y Ciudadanos, olvidaron y dejaron
a un lado su ideología y se centraron en las personas. Mas de doscientas
medidas para ayudar a los españoles que peor están pasando la crisis que nos
trajo la derecha que aun nos gobierna.
A Pablo Manuel, si no fuera un canalla, solo le habría
bastado con aceptar esas medidas y como hizo en la última reunión entregar lo
que él cree que debe aplicarse y esperar a que los otros dos partidos le
contestaran. El estafador no pudo aguantarse ni un solo día para montar su
circo mediático y echar la culpa del resultado de su canallada a los dos
partidos que han trabajado durante meses para hacer llegar a los españoles mas
necesitados la ayuda que les alivie en su penuria.
Esas personas que podrían estar cobrando ayudas estatales
para salir de la miseria, deben esperar a que haya de nuevo elecciones que el
estafador espera ganar convenciendo a mas crédulos de lo bueno que es y de lo
bien que van a vivir en el futuro si les entrega el voto que ambiciona.
No solo la urgencia de las personas, hay también una
serie de leyes que deben derogarse en el plano social como la Reforma laboral
del partido en el gobierno, la LOMCE, la llamada ley Mordaza, etc, que los
canallas que nos gobiernan siguen aplicando porque están en "funciones"
gracias a que Pablo Manuel voto NO a una investidura de quien podía sacarlos de
esa miseria, y posteriormente convocando una reunión de la que según él salió
"decepcionado" tras entregar veinte puntos de su plan sin esperar a
que los otros dos partidos le contestaran.
La consigna del estafador es por repetida repugnante, su
estribillo es que "no se puede pactar con la derecha", y con esa
escusa deja en la miseria a parados, dependientes, desahuciados, pensionistas,
enfermos crónicos, etc etc etc. Y esa derecha de la que habla le ha dado la
lección que un estafador jamás puede aceptar, le ha dado la lección de la
humanidad, la lección del poner por delante a quienes mas necesitan su ayuda.
Pablo Manuel con su ambición de estafador y trilero
prefiere que sigan gobernando los miembros del único partido que ha sido
imputado como organización criminal, el Partido Popular de Rajoy, antes de
sacar a las personas de la miseria en la que viven. Y como ya sabemos, el
estafador, el timador, está convencido de que lo que hace es lo mejor, y
traslada ese convencimiento enfermizo a sus fanáticos que no dudan en insultar
golpear agredir y si es necesario perseguir en todos los medios que existen a
los que se atreven a decir que los están engañando, al tiempo que estafando.
Por todo esto considero que políticamente Pablo Manuel
Iglesias es un canalla un estafador y un timador a las personas que mas lo
necesitan. Espero que por esas cosas que tiene la vida tenga mas pronto que
tarde la respuesta de todas esas personas por él engañadas y que se vea solo
con el repudio de la sociedad, de la gente y del "pueblo" del que se
le llena la boca cada vez que hace un espectáculo. Pueblo y gente de la que se
olvida en el momento que su ambición aparece en todo su esplendor.
No puedo desearle mas que se le caiga la careta y que
toda España se de cuenta de quién es el canalla estafador que alardea de lo que
jamás ha sido ni será, un hombre honesto, un hombre integro, un hombre honrado.
Si pudiera lo pondría ante una familia sin ingresos desde hace años, o un
parado sin subsidio, o un dependiente sin ayuda, o de algunos de los enfermos
que mueren mientras siguen apuntados en esas listas de espera infinitas. Estoy
convencido de que su conciencia le diria que no pasa nada, que se esperen a que
él si algún día puede ya les echara algo para que coman.