Pedro Sánchez: "Si
pierdo, no seguiré en política"
Entrevista exclusiva con el
candidato a las primarias y ex secretario general del PSOE en '20minutos'.
"Ahora se me acaba el
paro. Mi puerta giratoria es mi hogar.
Si pierdo, me retiro de la
vida política y me voy a ganarme la vida, como cualquiera", ha asegurado
Sánchez.
"Solo hay dos opciones:
o el continuismo de la derecha o el cambio", sostiene.
Sobre el Comité Federal del
PSOE del 1 de octubre, ha dicho que "tenemos que aprender todos, y desde
luego yo también".
"La gestora ha rebasado todos los límites
temporales y todas sus funciones; en términos políticos, en términos de
organización...", se ha referido.
"Creo que el Podemos de
Errejón sí se entendería con el PSOE de Sánchez", ha indicado. En su primera
entrevista en tres meses, Sánchez apuesta por que "serán las urnas las que
unan al partido, será el voto de la militancia el que una al partido".
"Mientras las fuerzas
del cambio continúen con el reproche mutuo, quien gobernará seguirá siendo la
derecha", ha añadido.
ARSENIOESCOLAR 06.02.2017 -
07:03h@arsenioescolar
Hace ahora un año que el rey
lo designaba a usted como candidato a presidente del Gobierno. ¿Por qué cree
que no lo logró? ¿En qué se equivocó en las negociaciones? Creo hicimos bien en
dar un paso al frente ante la espantada de Rajoy, hicimos bien en concretar una
serie de puntos de reforma y de regeneración política, económica y social que
necesitaba nuestro país. Probablemente donde fallamos todos fue en culminar esa
negociación, en hacer un acuerdo a tres. Yo pensaba que era posible, hoy se ha
demostrado que es imposible. Imágenes 2 Fotos ¿Qué pasó realmente en el PSOE en
la semana que va de las elecciones gallegas y vascas, el 26 de septiembre
pasado, al sábado 1 de octubre, el del Comité Federal en el que usted cae como
secretario general? Desde el punto de vista orgánico, que dimiten 17 miembros
de la Ejecutiva, y la Ejecutiva tienen que abordar la propuesta de celebrar un
Congreso para que haya una nueva dirección. Desde el punto de vista político,
es evidente, lo dijo el actual presidente de la gestora: "Después del 26
de junio, sabíamos lo que teníamos que hacer, la abstención con Rajoy, pero
queríamos ganar un Congreso". Yo propuse que se celebrase ese Congreso,
para que la nueva dirección política refrendada por la base pudiera defender
cuál es su opción política, o bien abstenerse y facilitar el gobierno al
Partido Popular o bien intentar formar un Gobierno de cambio. La segunda opción
era la mía. Ese debate todavía sigue pendiente desde entonces, desde el 1 de
octubre. Es evidente que la gestora impuso un modelo y un proyecto político,
que ahora tiene que ser refrendado o no por la militancia en el Congreso.
¿Alguien planificó todo
aquello? Yo no lo sé, a mí no me consta. No quiero entrar en ello.
¿Fue una conspiración? No,
no. Yo creo que la cuestión no es esa, la cuestión es que Javier Fernández ha
dicho: "Sabíamos lo que teníamos que hacer, pero queríamos ganar un
Congreso". Yo sabía lo que necesita el Partido Socialista: resituarse.
Nosotros no somos un partido de centro con sensibilidad social, somos un
partido de izquierdas, un partido que debe ser autónomo, que representa la
alternativa al Partido Popular.
¿Qué le reprocha a la gestora?
Haber situado al socialismo en tierra de nadie, haber prolongado de manera
inexplicable este proceso tan largo hasta la celebración de un Congreso. Lo que
peor le puede venir al país y también al Partido Socialista, y lo que mejor le
viene a Rajoy, es tener un PSOE como el de hoy, sin líder. Hasta las positivas
medidas que se han aprobado por parte del Grupo Parlamentario Socialista, como
es por ejemplo el aumento del salario mínimo interprofesional en un 8%, que es
una buena medida, que yo apruebo y que apoyo, no puede ser capitalizado porque
no hay líder en el Partido Socialista.
¿Cree que ha habido una
gestión no neutral por parte de la gestora? Yo no me atrevería a llegar a
tanto. Lo que sí que digo es que la gestora se equivocó al facilitar el gobierno
al Partido Popular, se equivocó al no someter a la consulta de la militancia
esa decisión y se ha equivocado a la hora de plantear casi nueve meses de
proceso precongresual para resolver el liderazgo del partido. Hay dos caminos:
o el camino que defiendo yo y que defiende buena parte de la militancia y de
distintos dirigentes locales y provinciales del partido, es decir, un PSOE
autónomo, de izquierdas, creíble y coherente con su palabra, o el camino de la
gestora, que es situar al Partido Socialista en tierra de nadie, Los errores
cometidos
¿Y usted en qué cree que se
equivocó en su gestión como secretario general? Probablemente, como máximo
responsable debía haber hablado más con los secretarios generales, con los
territoriales... Mi principal error fue probablemente el aceptar unas
condiciones tan estrictas en el Comité Federal del 28 de diciembre a la hora de
afrontar la negociación. Yo pensaba que Podemos y Ciudadanos hubieran tenido
más puntos en común. Había muchos puntos de unión entre las fuerzas del cambio,
pero desgraciadamente eso no se pudo materializar en un gobierno.
¿Y por qué aceptó esas
condiciones? Porque creía que era importante preservar la unidad del Partido
Socialista y en segundo lugar porque creía que entonces era posible el entendimiento
a tres entre Ciudadanos y Podemos. En octubre dimite la mitad de la Ejecutiva;
todos los anteriores secretarios generales del partido se alejan de usted,
incluso algunos con unas durísimas críticas; empieza un goteo que ha seguido
después de gente muy fiel o muy de su entorno que se empieza a alejar.
¿Qué le lleva a pensar todo
eso? Yo sigo estando donde siempre he estado. En que el Partido Socialista
tiene que ser un partido que sea la alternativa, de izquierdas y autónomo.
Usted me ha planteado distintos colectivos dentro de la organización. Muchos de
los secretarios generales son presidentes autonómicos con gobiernos en
coalición con fuerzas políticas del cambio. Los exsecretarios generales, por
ejemplo Felipe González... Cuando terminaba mis conversaciones con Felipe, yo
era muy consciente de que el Felipe de 1982 estaría haciendo lo mismo que yo
hice por el Partido Socialista.
¿Y el de ahora no? ¿Ve usted
a Felipe González muy alejado del Felipe de sus años de secretario general? Es
evidente que ha cambiado. El Felipe de 1982 hubiera defendido para el PSOE el
mismo proyecto político que yo ahora ¿Se ha derechizado? Yo no voy a poner
ningún calificativo, cada cual define sus posiciones y luego los electores o
los militantes o los votantes del Partido Socialista lo califican de una u otra
forma. Lo que sí que sé es que Felipe González del 82, en la posición en la que
yo he vivido durante estos meses, estoy convencido de que hubiera defendido el
mismo proyecto político que yo estoy defendiendo para el PSOE. Ha habido
debates que se han postergado durante estos dos años y medio, uno de ellos
tiene que ver con en qué espacio se reubica el Partido Socialista en un
panorama político que ha cambiado enormemente durante estos últimos dos años. A
la socialdemocracia le está pasando lo mismo en Europa. La gran coalición no
solamente es una gran contradicción para el socialismo europeo y español sino
que también no está frenando el populismo; al contrario, lo está alimentando,
porque desdibuja la socialdemocracia y porque deja huérfano un espacio que
corre el riesgo de ser ocupado por el populismo. Perdone que insista.
¿Qué ha pasado para que
tanta gente se fueran apartando de usted y dejaran de apoyarlo? Yo lo veo una
oportunidad, yo sigo estando donde estuve siempre...
¿Y todos los demás no?
Tendrán que explicarlo ellos, no yo. Yo sigo estando donde estoy. Esta es una
oportunidad para que emerja una nueva dirigencia dentro del Partido Socialista
que existe a nivel provincial, en muchísimos ayuntamientos, y que va a
demostrar que el Partido Socialista tiene savia nueva y además gente que
entiende cuál es el momento político que vive nuestro país y qué debe hacer el
Partido Socialista. El Partido Socialista tiene que seguir siendo una fuerza de
cambio y tiene que seguir vertebrando esas fuerzas del cambio, y eso es lo que
está en juego.
¿Quiere decir con eso que si
gana la Secretaría General no se va a rodear de mucha gente de la que se rodeó
en el anterior mandato? Yo voy a ser el secretario general de todos y cada uno
de los militantes. Ninguna candidatura puede integrar al Partido Socialista
como la puedo integrar yo, porque represento a buena parte de la militancia y
represento también a buena parte de la dirigencia, una dirigencia que a lo
mejor en política nacional no es conocida, pero que comparte el proyecto
político que yo lideré hasta el 1 de octubre, y se va a ver en el próximo
congreso. Serán las urnas las que unan al partido, será el voto de la
militancia el que una al partido. Mi compromiso es que voy a exigir la lealtad
si gano que me exigiré a mí mismo si pierdo.
¿Y no cometerá los errores
que cometió antes? Cometeré, seguro, otros nuevos, pero no los de antes. La
relación con Susana Díaz
¿Cómo ha sido su relación en
sus 27 meses con Susana Díaz? Pues ha sido una relación positiva en muchos
aspectos políticos. Susana sabe, y ha sabido, que siempre que ha necesitado a
su ejecutiva federal y a su secretario general me ha tenido al lado. Siempre.
En las elecciones municipales, en las elecciones autonómicas y, por supuesto
también en todos los momentos en los que la Junta de Andalucía se ha sentido
maltratada, que han sido muchos, por el gobierno de Rajoy. Pero también es
verdad que desde el punto de vista del proyecto político y de la orientación
que debe tener el Partido Socialista pues hemos tenido discrepancias. Y son las
que se tienen que dirimir y se tienen que dilucidar y resolver en el próximo
Congreso.
¿Ella fue leal con su
secretario general? Yo espero que sí. No me refiero al futuro, me refiero al pasado,
¿fue leal? Yo fui leal con
ella y creo que ella fue leal conmigo.
¿Pese a todo lo que pasó en
octubre? En el Comité Federal de octubre, yo viví situaciones muy traumáticas.
Que dimitieran 17 compañeros de la Ejecutiva, que se planteara el Comité Federal
tal y como se planteó... Creo que fue un error. Pero de ese error tenemos que
aprender todos, y desde luego yo también. Y prefiero mirar siempre al pasado
para sacar lecciones y no volver a cometer esos errores, no para regodearme ni
para mirar con frustración o con rencor a ese pasado.
¿Tiene alguna relación ahora
con ella?, ¿desde cuándo no habla con ella? Desde el 1 de octubre.
¿Desde el 1 de octubre no
han vuelto a hablar? No hemos vuelto a hablar. Si al final se escenifica un
choque de trenes, con solo dos candidaturas, la suya y la de Susana Díaz,
¿usted cree que cualquiera
de ustedes es idóneo para cohesionar el Partido Socialista, o veces tiene
dudas? No, yo creo que ahora la candidatura que puede de verdad integrar al
Partido Socialista, unir de nuevo la dirigencia con la militancia, es la
candidatura que humildemente yo represento.
¿Y la de Susana Díaz no?
Tendrá que explicarlo ella. Yo no voy a hablar de mis diferencias con el resto
de candidatos, yo solamente voy a hablar del proyecto que defiendo. Yo quiero
un Partido Socialista donde la militancia decida sobre cuestiones fundamentales
como pueda ser por ejemplo la política de alianzas. Eso ha sido cuestionado por
la actual gestora y también por las federaciones que apoyan a esa gestora. Yo he
escuchado poner en cuestión la democracia participativa, como si fuera algo
contrario a la democracia representativa, por parte de altos dirigentes del
socialismo andaluz. Yo creo que se equivocan, creo que las organizaciones
políticas, no solamente en España sino en Europa, lo que están haciendo es
empoderar a la militancia, esa es la única forma de que la gente joven se
enganche al tren del Partido Socialista y de que la militancia se sienta
partícipe de las grandes decisiones. Eso lo hacía Pablo Iglesias, el fundador
del Partido Socialista, a principios del siglo XX, ¿por qué no podemos hacerlo
ahora? La democracia participativa forma parte también del acervo del
socialismo democrático. Nos hemos llenado mucho la boca todos de que tenemos
que incorporar las primarias al funcionamiento democrático de los partidos
políticos. Tenemos unas primarias en las que va a haber una competición entre
compañeros, no va un choque de trenes.
¿Pero cree que eso es
posible después de lo que pasó el 1 de octubre y después de reconocer que desde
el 1 de octubre no han vuelto a hablar? Por mi parte sí. De mí no habrá
escuchado ningún insulto, ninguna descalificación.
¿Y a ella le ha escuchado
usted algo que le haya sonado a descalificación hacia usted? A ella no. Pero
creo que sería bueno que algunos de los dirigentes que están alrededor de
Susana, en sus intervenciones públicas midieran sus palabras, y que lo hicieran
además con el respeto que nos debemos todos los compañeros. Yo creo que no
tengo ningún adversario dentro del Partido Socialista, mis adversarios siempre
van a estar fuera, se llama el Partido Popular y los poderes económicos que lo
apoyan. Las primarias son una oportunidad para fortalecer a la organización y
para fortalecer nuestra democracia. Y eso es lo que voy a hacer.
¿Pero se ve capaz realmente
de integrar a esos discrepantes si gana la Secretaría General? Sin duda,
siempre lo hice y lo voy a hacer.
¿Y cree que ellos lo harán
con usted, si ganan ellos? Yo estoy convencido de que esta candidatura y el
proyecto político que representa va a triunfar en el proceso de primarias.
¿Por qué cree que no ha
anunciado todavía Susana Díaz si se presenta? Eso ya tendrá que explicarlo
ella, no yo.
¿Usted cree que se va a
presentar? No me puedo poner en la piel de Susana Díaz, eso tendrá que decirlo
ella.
¿Pero qué cree, lo hará o no
lo hará? Insisto, no lo sé. Podrá haber muchos candidatos al proceso de
primarias del Partido Socialista, pero aquí solamente hay dos modelos: el
modelo que nosotros representamos, y es el de un proyecto autónomo, de
izquierdas, creíble y coherente, donde la militancia decida, y el otro modelo
pues tendrán que explicarlo los compañeros que lo defiendan.
¿Me está diciendo que quizá
estén buscando en el entorno de Susana Díaz otro candidato que no sea ella?
Insisto, no puedo responderle a esa pregunta. La candidatura de Patxi López Su
insistencia en que solo hay dos caminos,
¿quiere decir que no hay una
tercera vía como la de Patxi López? El Partido Socialista está en una
encrucijada que está atravesando todo el socialismo democrático en Europa. Aquí
hay dos opciones: o buscamos la vía portuguesa de entenderse las fuerzas del
cambio o buscamos la vía alemana de la Gran Coalición.
¿Le sorprendió el anuncio de
Patxi López de presentarse? Sí, me sorprendió el momento; no que lo hiciera.
Había escuchado que tenía intención de presentarse, pero sí el momento de
presentarse.
¿Fue una traición? No, para
nada. Yo en Patxi siempre he visto un compañero, una persona que me ha sido
leal, cuando formábamos parte de la misma Ejecutiva, es una persona que ha
contado con mi confianza, porque mi propuesta fue hacerle presidente del
Congreso de los Diputados, desgraciadamente solamente por cinco meses, y por
tanto, cuenta con mi respeto y con todo mi cariño. Insisto, ningún compañero va
a ser para mí un adversario. Algunos dirigentes del Partido Socialista, no
solamente los más veteranos, sino también algunos jóvenes, están defendiendo
una candidatura única. No han entendido nada. Lo único que puede garantizar la
unidad del Partido Socialista es el voto de la militancia. Y a partir del voto
de la militancia, lo que podremos hacer será, primero abrir las urnas y luego
cerrar filas en torno a quien gane ese Congreso. Me sorprendió el momento en
que Patxi López anunció su candidatura, pero no fue una traición. Yo en Patxi
siempre he visto un compañero
¿Ve posible negociaciones o
conversaciones con Patxi López para unir fuerzas? Si coinciden tanto los dos
proyectos, ¿tiene sentido que vayan separados? Yo me presento con todas las
consecuencias. Defiendo que la militancia sea consultada en los acuerdos de
Gobierno, y no he escuchado por parte de los candidatos potenciales una opinión
sobre esta cuestión. Defiendo que el Partido Socialista sea un partido creíble
y coherente. Yo represento no solamente con la palabra, sino también con los
hechos, un proyecto político para el Partido Socialista.
¿Pero cree que Patxi López
no? Yo digo lo que soy yo. El resto tendrá que explicar lo que son. Y al igual
que respeto el que se presenten más candidatos a la Secretaría General y les
doy la bienvenida, yo lo único que pido es el respeto también hacia mi
candidatura.
¿Fue Patxi López uno de los
que le aconsejó a usted que renunciara al escaño para no desobedecer una
decisión que había tomado el Comité Federal, que era abstenerse con Rajoy? Con
Patxi hablé, como hablé con otros compañeros que hoy están apoyando la
candidatura de Patxi sobre esta cuestión, pero esa decisión fue una exclusiva
mía. Solamente soy responsable yo de esa decisión, nada más que yo.
¿Se arrepiente de ella? No,
en absoluto. Lo que lamento es la decisión que tomó la gestora, porque era
innecesario el obligar a todo el Grupo Parlamentario Socialista a tener que
abstenerse. Con esa decisión, la gestora lo único que hizo fue ahondar más la
brecha entre socialistas. Se apela a la unidad por parte de la gestora, cosa
que me parece bien,
¿pero dónde están los hechos
que acompañan a esa palabra? Cuando se obliga al Grupo Parlamentario Socialista
en bloque a votar abstención, no están ayudando a construir esa unidad. Cuando
se pone en cuestión el voto de los militantes del partido de los socialistas
catalanes en los procesos congresuales del Partido Socialista, tampoco se está
ayudando a esa unidad. Por tanto, creo que no solamente de palabra, sino
también con hechos, se tiene que construir esa unidad por parte de quien ahora
mismo está dirigiendo la organización.
¿No se siente usted muy
solo? Con Patxi López solo ha hablado cuando anunció su candidatura, con Susana
Díaz desde el 1 de octubre.
¿Con alguno de los
anteriores secretarios generales ha hablado en los últimos cuatro meses? No. Ni
con Zapatero, ni con Rubalcaba, ni con Almunia, ni con Felipe. Ninguno de ellos
me ha llamado.
¿Y usted los ha llamado? No.
¿No se siente solo? No. No
creo yo que en los actos en los que estoy yendo me sienta solo. En los lugares
a los que yo voy, no solamente están militantes. Hay también cargos orgánicos,
hay también cargos institucionales. Hay diputados, alcaldes, alcaldesas,
concejales, secretarios provinciales, secretarios generales de agrupaciones
locales. Pero son presentados como militantes, no como cargos, sino como
militantes. Todos somos militantes. Desde un secretario general como Felipe a
un presidente autonómico. Pero su voto vale lo mismo que un militante de base
en un proceso de primarias. Lo importante es que a diferencia de otros partidos
políticos que son gobernados como un cortijo, y mire ahí el Partido Popular
donde se han echado abajo las primarias, en el Partido Socialista no decide uno
por todos, sino que decidimos todos por todos.
¿Qué ha hecho estos meses?
He viajado mucho. Pero no a las agrupaciones, como anunció en su día. Yo no
sabía entonces que la gestora iba a manejar estos tiempos. No hay precedentes
en la historia política del Partido Socialista, y fíjese que tenemos 137 años,
para ver una gestora a nivel federal que dure tanto tiempo.
¿La gestora ha incumplido
los Estatutos? Lo que me parece es que ha rebasado todos los límites temporales
que tiene una gestora, en términos políticos, en términos de organización... Da
igual que los Estatutos lo permitan o no lo permitan. Ha rebasado todos los
límites, ha rebasado todas sus funciones. Lo que tiene que hacer es convocar, o
lo que tendría que haber hecho es convocar un Congreso cuanto antes. Pero no
fue así, nos vamos al mes de junio. Yo en el mes de octubre anuncié que me iba
a presentar a ese proceso congresual, aquí estoy, no he faltado... no faltaré a
la cita.
¿Por qué ha tardado tanto
usted en anunciarlo? Porque no sabía cuáles eran los límites, los tiempos que
estaba manejando la Gestora.
¿Únicamente por eso? Sin
duda, claro.
¿Pero ha dudado mucho sobre
si tenía que hacerlo? ¿Alguna vez ha estado tentado a anunciar que no se
presentaba? Por supuesto, claro. Y lo hago por razones políticas, no por
razones personales. Lo hago porque creo que la única alternativa para que la
derecha no siga gobernando en los próximos años y para que haya una alternativa
progresista en España pasa porque el Partido Socialista se levante y renazca y
eso...
¿Pero eso es necesariamente
Pedro Sánchez, no hay otras alternativas en la misma línea que usted? Bueno,
las circunstancias han llevado a que por la palabra y por los hechos que he
encarnado durante estos últimos meses, el proyecto que yo encabezo sea el que
de manera más creíble represente lo que creo que la mayoría de la militancia y
la dirigencia quiere para su organización.
¿Ha tenido presiones? No, no
he tenido presiones. He tenido comentarios de gente que me quiere, otra gente
que me quiere menos y otros que me han dicho los pros y los contras de dar un
paso al frente. Pero al final es una decisión personal y la he tomado con todas
las consecuencias.
¿Pero me admite que ha
estado tentado a no hacerlo? Sin duda. He estado tentado a no hacerlo, a dejar
la política y a dedicarme a hacer otras cosas.
¿Y eso va a ser así también
dentro de tres meses? Si pierdo, no seguiré en política. Soy optimista porque
el futuro de la organización está en manos de los militantes Si finalmente hay
varios candidatos, tres o más,
¿cree que quien consiga
menos avales debería retirarse de la carrera o no necesariamente? Cada cual es
libre de plantear sus estrategias. Yo creo que la cuestión de los avales es
simplemente un trámite. No creo que Patxi López vaya a tener ningún problema en
recoger avales, ni tampoco otras candidaturas, y por tanto, lo que habrá que
hacer en ese momento es debatir sobre el proyecto. Insisto, yo soy optimista
porque el futuro de la organización está en manos de los militantes. La gestión
de la gestora En sus Estatutos o en sus normas internas,
¿hay un mínimo de avales y
también un máximo? No sé qué es lo que va a decidir finalmente la gestora, lo
que sí que espero es que estas cuestiones la hablen con los candidatos que nos
vayamos a presentar a las primarias. También le digo: yo estaré pendiente de
cuál es la ponencia marco que presenta la gestora. Ya he anunciado uno de mis
primeros compromisos: que los acuerdos de Gobierno, como hicimos en el año
2016, como hacen los socialistas alemanes o los socialistas franceses, sean
consultados a la militancia, y eso va a ser incorporado a los Estatutos si yo
soy elegido secretario general. Si la ponencia marco de la gestora no lo
recoge, lo haremos a través de unas enmiendas. Y desde luego, si, como he
escuchado al ponente económico, hay que plantear, como él dice, cosas realistas
y no imposibles, y se está planteando el no derogar la reforma laboral, ya le
digo yo que no va a encontrar una enmienda, sino miles de enmiendas a favor de
derogar la reforma laboral del Partido Popular, que lo único que está haciendo
es precarizar y empobrecer a los trabajadores de este país.
¿Ve lógico que un órgano
interino, como es la gestora, sea el que impulse la ponencia? Yo voy a esperar
a ver lo que plantean. Al final, el proyecto político del Partido Socialista
nos une a muchos, tenemos muchos puntos en común, pero es importante que quien
vaya a liderar el Partido Socialista también se vea reconocido en esa ponencia,
porque si él se ve reconocido en esa ponencia se estará viendo reconocida la
mayoría de la militancia que vota a ese candidato.
Si tiene que ponerle una
nota de 0 a 10 a la gestora ¿qué le pone? Mi época de profesor la dejé hace
tiempo. Yo diría "mejorable". Simplemente, "mejorable".
¿Y usted cree que su gestión
como secretario general fue superior? Ya usted me pide mucho. La calificación a
mí mismo, que sean los militantes. Van a tener la ocasión de hacerlo en mayo.
El PP, Podemos, Ciudadanos Usted mantiene uno de los mantra de su mandato, el
de hay que alejarse del Partido Popular, e incorpora una novedad, la de hay que
acercarse a Podemos. El "no es no" que se grita en los mítines y en
los encuentros que estoy teniendo con la militancia es sobre todo un compromiso
de cumplir con la palabra dada, es una forma de hacer política que implique la
recuperación de la credibilidad en la palabra de los políticos. Y si nosotros
nos presentamos a unas elecciones diciendo que no vamos a votar ni a facilitar
la investidura de Rajoy, tenemos que cumplir con ese compromiso. Eso es lo que
significa en términos políticos el grito de "no es no". Hace dos años
y medio ¿con qué me encontré yo como secretario general? Uno, con una
identificación por parte de buena parte de los votantes progresistas de que el Partido
Socialista y el Partido Popular éramos lo mismo; es decir, existía un problema
de identidad de una organización de izquierdas como es el Partido Socialista. Y
dos, aquello que se dice de "al final todos los políticos son iguales, no
hay diferencias, da igual que gobierne la izquierda o la derecha porque al
final van a hacer lo mismo". Es decir, existía un cuestionamiento de que
el Partido Socialista fuera de verdad una fuerza de cambio o no. Esos son los
dos desafíos políticos a que yo me enfrenté como secretario general. Y les puse
remedio. En aquellas cuestiones donde tuve que entenderme con el Partido
Popular o con Rajoy en el Gobierno, lo hice; él no puede tener ningún reproche
en la cuestión catalana, porque siempre respetamos la legitimidad, la legalidad
institucional, como sigo defendiendo hoy. Cosa distinta es la solución que se
le plantea a la crisis en Cataluña. La inacción de Rajoy, lo que está llevando
es precisamente al enquistamiento de la crisis en Cataluña, pero desde luego,
en lo que representa la legalidad institucional, nosotros siempre la hemos
defendido. Pero es evidente que conmigo al frente del Partido Socialista,
muchísimos votantes socialistas, muchísimos votantes progresistas, ya no decían
que el Partido Popular y el Partido Socialista éramos lo mismo. Algo hicimos
bien.
¿Y respecto a Podemos? Y
respecto a Podemos, yo creo que Iglesias no ha entendido nada. Cuando yo le
escucho decir que no quiere que Podemos se parezca al Partido Socialista digo:
no ha entendido nada. No es una cuestión de parecerse, es una cuestión de
entenderse. Mientras las fuerzas del cambio continúen con el reproche mutuo,
quien gobernará seguirá siendo la derecha
¿Cree que el Podemos de
Iñigo Errejón sí se entendería con el PSOE de Pedro Sánchez? Yo creo que sí.
Pero si lidero el Partido Socialista, yo respetaré por supuesto la decisión
suprema de la militancia de Podemos. Y si eligen como líder a Iglesias pues
lógicamente mi interlocutor es Iglesias, y será Iglesias; y desde luego creo
que si hay alguien con legitimidad y con credibilidad para poder reprochar
muchas cosas a Iglesias soy yo. Porque hoy yo podría ser presidente del
Gobierno y Rajoy sería historia si simplemente Iglesias se hubiera abstenido. Y
no lo hizo. Mientras las fuerzas del cambio continúen con el reproche mutuo,
quien gobernará seguirá siendo la derecha.
¿Por qué cree que no lo
hizo? No sé. Yo creo que él, honestamente, lo que quiso en esa primera
legislatura que derivó en la segunda legislatura fue sorpasar al Partido
Socialista. Yo creo que fue un error de cálculo. Este es el mal también de la
izquierda española. En muchas ocasiones se fragmenta y no se entiende y ese es
el gran éxito de la derecha, y por eso creo que nosotros no debemos caer en ese
posicionamiento. Con esto le digo, será muy difícil, es muy complicado, porque
en fin, tienen posiciones en algunos elementos de fondo muy, muy divergentes a
nosotros.
¿Por ejemplo? El referéndum
en Cataluña es una cuestión...
¿Eso es una línea roja para
usted? Es una línea roja para la Constitución en sí. Tenemos que respetar la
legalidad institucional, no podemos abordar este desafío soberanista con el
cuestionamiento y la fractura de la soberanía nacional. A partir de ahí creo
que se pueden hacer muchas cosas. Pablo Iglesias no ha entendido nada cuando
dice que no quiere que Podemos se parezca al PSOE. No es una cuestión de
parecerse, sino de entenderse
¿Qué otros posicionamientos
ve en Podemos poco compatibles con el PSOE? Tienen una concepción de la
democracia muy distinta a la que nosotros tenemos. Cuando se habla por ejemplo
del referéndum revocatorio creo que se equivocan, porque la opción que yo
planteé fue: "Oiga, apóyenme ustedes y yo me someto a una moción de
confianza a mitad de mandato". Es la democracia representativa la que cuestiona
o evalúa al presidente del Gobierno, no un referéndum revocatorio que pertenece
a otro tipo de democracias en otras latitudes que precisamente no están
funcionando.
¿El Podemos de Errejón
también? Honestamente, no he leído sus posicionamientos políticos en profundidad.
En lo que oigo y leo en los medios de comunicación, sí veo un posicionamiento
más posibilista por parte de Errejón que de Iglesias.
¿Ve un giro a la derecha en
lo que está haciendo Ciudadanos estos días? Sin duda. Creo que Ciudadanos es
otra organización política que se ha quedado en tierra de nadie. Una
organización que se presenta como una fuerza del cambio y que acaba apoyando a
Rajoy es de todo menos una fuerza del cambio. El señor Rivera no ha aportado
nada al cambio
¿Y no era así hace un año,
cuando usted firmó un pacto con ellos? Es que hace un año dijeron que a Rajoy
no le iban a apoyar bajo ningún concepto, incluso llegaron a proferir frases y
calificativos muy gruesos al actual presidente del Gobierno. Yo no sé decir qué
es lo que ha cambiado en España en lo fundamental. La reforma laboral continúa
vigente, y por tanto la máquina de precariedad y devaluación salarial continúa;
hay recortes en educación, en sanidad, en dependencia y en pensiones; Bárcenas
sigue en la calle, no ha devuelto el dinero; y Rajoy está en la Moncloa.
¿Qué ha cambiado en lo
fundamental en este país? ¿Y eso se lo reprocha a Albert Rivera? Es que no ha
aportado nada al cambio, el señor Rivera.
¿Y volvería en un futuro a
negociar con él si tiene la ocasión? Sin duda.
¿Pese a esa deriva? Creo que
si Rivera quiere volver a reivindicarse como fuerza política del cambio, tendrá
que hacerlo con los hechos y no solamente con la palabra. Insisto, hoy en
España lo fundamental nada ha cambiado. Es más, ha cambiado algo a peor, y es
que la palabra regeneración ha desaparecido del debate político, y lo que vemos
es a Fernández de Mesa pasando de la Guardia Civil a una empresa eléctrica.
Bueno, los socialistas
tienen muchos antiguos dirigentes en empresas eléctricas. Incluido el ex secretario
general Felipe González. ¿Sabe cuál fue mi puerta giratoria? La mejor de todas,
mi hogar.
¿Le ha hecho el reproche al
resto de exdirigentes del PSOE que están en puestos de relevancia en grandes
empresas? Yo no hago ningún reproche. Yo creo que lo que ha defendido el
Partido Socialista y lo que defendí yo fue aprobar un código ético donde se
reconocía el bloqueo a las puertas giratorias con un periodo que superaba los
cinco años. Me ha dicho que su puerta giratoria ha sido su casa.
¿De qué vive ahora? Tengo
una compensación, que es como el paro, la prestación por desempleo, del
Congreso de los Diputados, que se me acaba en el mes de febrero, este es el
último mes. Posteriormente viviré de los ahorros hasta dilucidar qué es lo que
pasa en el Congreso del partido. Si yo no gano ese proceso, si el proyecto
político que yo defiendo no llega a buen puerto y gana, yo cuelgo las botas.
¿Y se retira de la vida
política...? Y me retiro de la vida política.
¿...y se va a la universidad
o donde pueda? Exactamente. A ganarme la vida, como cualquiera. Pero no a una
puerta giratoria. Exactamente. Yo voy a exigir lealtad si gano, y esa lealtad
también me la voy a exigir a mí mismo si pierdo
¿Ve riesgo de escisión en el
Partido Socialista si el resultado es muy ajustado y si no hay esas
posibilidades de cohesión que le veo tan optimista de que puedan existir? Desde
el Congreso de Sevilla, en el que salió Alfredo Pérez Rubalcaba, el Partido
Socialista viene sufriendo una división que tiene que ser solventada. Yo voy a
exigir lealtad si gano, y esa lealtad también me la voy a exigir a mí mismo si
pierdo. Abramos las urnas y cerremos filas detrás de quien gane y quien cuente
con la mayoría de la confianza de los militantes.