10 razones por las que no he votado a Ciudadanos
Este año me toca votar por correo, así que ya he votado. Y no, a pesar de que varios amigos y familiares han intentado contagiarme de su entusiasmo por la formación naranja, no he votado por Ciudadanos.
Abalos ya ha votado, y nos explica sus razones para no votar a Ciudadanos. Un ejercicio magistral descubriendo al farsante que hay dentro de su lider y de los que forman ese partido conocido por ser la subcontrata del PP para lo que necesite.
Estas son mis razones:
1. No, no es un partido nuevo
Ser un partido más o menos nuevo, en principio, no es bueno ni malo. Lo que sí es un hecho es que Ciutadans se fundó en 2006 y lleva 9 años intentando –sin mucho éxito– hacer política en Cataluña con un discurso centrista, muy similar al del Partido Popular. Bendecido por FAES con conocimiento expreso de Aznar que necesitaba un partido afin al PP en Catalunya.
A pesar de los esfuerzos de muchos medios de vender a Ciudadanos (2006) y Podemos (2014) como “los nuevos partidos”, en el caso de la formación de Rivera, no cuela.
De hecho, UPyD (2007), Equo (2011) y Vox (2013) son partidos creados con posterioridad a Ciudadanos.
2. Son un partido de derechas, sin complejos
Ciudadanos se denomina en su ideario como un partido que viene a llenar el vacío de representación política del “centro-izquierda”, lo que no significa que sea ni de centro, ni de izquierda, sólo que quiere llenar ese hueco.
Ya ha quedado claro y probado que Albert Rivera fue militante del PP, a pesar de que éste lo negó en más de una ocasión. Pero como uno puede cambiar de opinión y visión política a lo largo de su vida, es mejor echar un vistazo a los hechos de estos últimos años, porque igual se ha convertido de repente en un hombre de izquierdas y yo no me he enterado.
De lo poco que recuerdo del Ciutadans del 2006 es cuando Rivera decía en una entrevista que “llamar matrimonio a una unión homosexual genera tensiones innecesarias e evitables”. Afortunadamente, hoy queda claro que lo único innecesario y evitable fue su comentario y él mismo ha reconocido que, con el paso del tiempo, su visión del tema ha cambiado para mejor.
En 2009, Ciutadans se presentó a las elecciones europeas dentro de la coalición Libertas-Ciutadans, que formó junto a tres partidos de ideología xenófoba: Libertas, Unión del Pueblo Salmantino y Partido Social Demócrata Español. Afortunadamente, se quedaron fuera del Parlamento Europeo.
En el año 2012, Ciutadans y el PP crearon la plataforma “De España y Catalanes”, que integró movimientos de ultraderecha como Plataforma per Cataluña (PxC) o Falange Española de las JONS. En las manifestaciones convocadas por la plataforma, podía verse a los miembros de estas formaciones juntos y bastante revueltos.
El ultraderechista Santiago Abascal, presidente de Vox, también ha sido compañero inseparable de manifestaciones de Albert Rivera en más de una ocasión.
De hecho, la asociación de ultraderecha presidida por Abascal, Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES), organizó unos cursos de verano a los que acudieron las formaciones afines a la Fundación: PP, UPyD y Ciudadanos. El propio Albert Rivera comenzó su ponencia diciendo que coincidía “tanto y en tantas cosas” con los otros ponentes, que no quería aburrir a los asistentes.
Vale, podría ser que los “guardaespaldas” falangistas estuvieran ahí por casualidad y que la simpatía personal de Rivera con la ultraderecha no vaya más allá de una filia personal y no represente necesariamente al partido.
Sin embargo, el 13 de octubre de 2013, ICV presentó una moción en el Parlament en la que se instaba a condenar el franquismo y el fascismo, ante los crecientes movimientos xenófobos y racistas de Cataluña. Todos los diputados de Ciutadans abandonaron la cámara antes de la votación.
El diputado de Ciutadans que la lió parda para no tener que condenar el franquismo fue Jordi Cañas, imputado por fraude y actual asesor de Ciudadanos en el Parlamento Europeo.
Por aquel entonces, uno de los “intelectuales” fundadores del partido, el actor y dramaturgo catalán Albert Boadella, decía que “falta nacionalismo español. Al menos, una letra para el himno. A mí me gusta el ‘Cara al Sol’. Ojalá acabe siendo el himno español, con su letra y todo. Sería perfecto”.
Boadella se declara ahora admirador de la neoliberal Esperanza Aguirre, que le ha puesto al frente de los Teatros del Canal en la Comunidad de Madrid, y colabora en diferentes actos de la candidata popular a la alcaldía de Madrid.
Si a esto le sumamos que la derecha más mediática –conocida como el TDT Party– ha mostrado su apoyo a Albert Rivera, para de contar. Periodistas tan “ilustres” como Isabel San Sebastián, Alfonso Rojo, Arcadi Espada,Chani Pérez Henares representan el ala más conservadora del Partido Popular y se posicionan públicamente a favor de Ciudadanos desde 13TV e Intereconomía.
Y vale, igual Ciudadanos no tiene culpa de que todos estos personajes de derechas simpaticen con ellos… ¿o en realidad sí?
Hace pocos meses, publicaron en su web una relación de las “personalidades” que apoyaban su partido, como reclamo para atraer nuevos votantes. Los periodistas que aparecen trabajan en El Mundo, COPE, La Razón, 13TV, ABC, Intereconomía y Telemadrid. No parece que se dirijan precisamente al votante de centro-izquierda.
Sin embargo, el apoyo más significativo les llegó hace bien poco por Twitter, cuando la musa del Partido Popular decidió cambiar el azul por el naranja y mostrar su simpatía por Ciudadanos y su aversión por los signos de puntuación al mismo tiempo.
3. El PP seguirá en Madrid, gracias a Ciudadanos
Según las últimas encuestas, Ciudadanos ha pasado de ser una alternativa más de gobierno en Madrid, a convertirse en la única opción del Partido Popular de mantener el poder en la capital.
Gracias a Ciudadanos, el PP seguirá estafando a los madrileños cuatro años más, Esperanza Aguirre será nuestra alcaldesa y Cristina Cifuentesnuestra presidenta. Fenomenal.
Como bien indica Jesús López-Medel, diputado del PP hasta 2007, durante las últimas semanas no ha habido ninguna crítica severa de Ciudadanos al PP sobre el caso Barcenas, Bankia, la trama Gürtel, la Púnica… No se ha hablado del retroceso democrático que supone la Ley Mordaza, ni de los indultos, ni de las tasas judiciales, ni de las devolución de imigrantes “en caliente”. Nada de nada.
Sin embargo, sí se ha hablado de “respetar la lista más votada” en los municipios y comunidades, de “pactar con todos los que sumen” y de “no ir en contra de nadie”. Una mano tendida, de forma cada vez más clara, a su único socio de gobierno posible.
4. Son tolerantes con la corrupción
Cuando PSOE, Podemos, IU y UPyD presentaron un pacto para que ningún partido pudiera llevar imputados en sus listas, Ciudadanos decidió no unirse a este acuerdo por considerar, según Rivera, que “va en contra del PP y nosotros no vamos a criminalizar a nadie”.
Dicho de otra forma, un imputado por corrupción no es un presunto criminal y para Ciudadanos, esto no supone ningún inconveniente para formar parte de una lista electoral.
A Javier Nart, fundador del partido y uno de los dos eurodiputados de Ciudadanos, se le olvidó declarar que tenía una cuenta en Suiza. De hecho, su nombre aparece en el sumario del caso Palau. En una de sus colaboraciones como tertuliano de televisión, comentó haciendo referencia al presunto fraude de Urdangarín y la Infanta Cristina que “si tú y yo hiciéramos esas cosas, lo haríamos con cierto cuidado”. Bravo.
Jordi Cañas, portavoz de Ciutadans en el Parlament de Catalunya, fueimputado por defraudar 429.000 euros a Hacienda. Albert Rivera declaró que defraudar a Hacienda, en el caso de Cañas, era “un tema personal”. Jordi Cañas dimitió de su cargo al ser imputado, tal y como indica el código de Ciudadanos, pero le colocaron como asesor del Parlamento Europeopocos meses después. Sí, volvemos a hablar de este señor:
También merece la pena ver a Eva Borox –número 3 de la lista de la Comunidad de Madrid– intentando defender lo indefendible en este vídeocuando le preguntan precisamente por los corruptos de su partido.
Para colmo de males, en la lista de Ciudadanos para las elecciones andaluzas, uno pierde la cuenta con los imputados y tránsfugas de otros partidos que han terminado integrados en la formación de Rivera. Por ejemplo, Manuel Erdozain, ex AI-Pro y ahora secretario general de Ciudadanos en la provincia de Cádiz, está imputado por prevaricación y tráfico de influencias en la contratación de 25 trabajadores municipales, todos familiares o amigos.
5. Comparten discurso con la patronal
Los cambios de opinión de Ciudadanos en temas sociales han sido bastante notables. Hace un par de años, se mostraban favorables a apoyar la dación en pago. Esto es, dejar que el banco se quede con el inmueble si no se paga la hipoteca, ya que éste asumió el riesgo al concederla en su día y aceptar la tasación correspondiente, generalmente realizada por la misma entidad.
Josep Oliu, director del Banco Sabadell y presidente de la FEDEA – fundación de estudios económicos patrocinada por los mayores bancos y cajas de ahorros de España–, hablaba hace unos meses de la necesidad de “un Podemos de derechas que apoye al sector privado” y mostraba su simpatía hacia el partido de Albert Rivera. Sin ir más lejos, Luis Garicano –el economista al frente del programa económico de Ciudadanos– era miembro de FEDEA hasta hace unos meses.
Tras las críticas del sector bancario, Ciudadanos da marcha atrás y propone ahora “legislar para que la dación en pago reduzca la deuda contraída por el valor actual del inmueble” y apuesta por “realizar acuerdos extrajudiciales para reestructurar el importe pendiente”.
Es decir, que si en su día el banco concedió una hipoteca de 500.000€ y hoy el inmueble vale 300.000€, el banco se queda con la vivienda y aún puede exigirle al inquilino los 200.000€ restantes.
Tiene sentido que Ciudadanos no quiera enfrentarse a la banca. Al fin y al cabo, es un partido que no recibe mucho dinero de la Administración y necesita recurrir a préstamos bancarios para financiar sus campañas.
En lo que a derechos laborales se refiere, Ciudadanos también va de la mano de la patronal. Propone limitar el derecho de huelga y apuesta por el modelo de contrato único –propuesto por la CEOE–, que contempla entre otras cosas la reducción de la indemnización por despido y la prestación por desempleo.
Es decir, iguala los derechos de los trabajadores a la baja, por lo que supone un claro perjuicio para cualquiera que ahora mismo tenga un contrato indefinido.
6. Transparencia, sólo de cara a la galería
Ciudadanos saca pecho y dice que han firmado un acuerdo conTransparencia Internacional para luchar contra la corrupción y el fraude. Lo hicieron a finales de enero, en plena campaña de las elecciones andaluzas y un par de meses después de que el PSOE anunciara que era el primer partido político español en firmar un acuerdo con esta organización.
Sin embargo, desde la fundación del partido en 2006 hasta la firma del acuerdo en 2015, lo que Transparencia Internacional decía de Ciudadanos es que durante 8 años ha sido uno de los partidos más opacos de España,más incluso que el Partido Popular.
Ciudadanos ocultó de forma reiterada información a los tribunales de cuentas. De hecho, en 2008 el máximo órgano fiscalizador del Estado acusó al partido de “falta de colaboración” y “menoscabo de la transparencia”. En 2010 ni siquiera presentaron sus cuentas a tiempo, escapando de todo control fiscal, según ellos “por desconocimiento”. Además, Ciutadans burló el control público a su fundación al registrarla en Madrid y no en Barcelona.
En 2012 y 2013 no aportaron la información requerida por la Sindicatura sobre donaciones y créditos y las cuentas de 2014 aún no están publicadas en su web.
7. Proponen subir los impuestos: el IVA
Ciudadanos propone ahora en su web un tipo único de entre el 16% y el 19% para todos los productos y servicios, sin especificar más. Como el IVA es un impuesto estatal, supongo que de cara a las elecciones munipales y autonómicas, es un tema menor.
Hace unos días, Ciudadanos proponía dos únicos tipos de IVA: 7% para algunos bienes de primera necesidad y 18% para todo lo demás, con la excepción de incluir al sector de la hostelería en el 7% para fomentar el turismo en nuestro país.
Es decir, un incremento fiscal del +75% (del 4% al 7%) para el pan, la leche y otros productos básicos y una subida del +80% (del 10% al 18%) para el agua –que para Ciudadanos no es un producto de primera necesidad–, el transporte público y el resto de alimentos. A cambio, cenar en un restaurante o reservar una noche de hotel baja del 21% al 7%.
Llegados a este punto no hace falta explicar que esta medida perjudica a todo el mundo, pero en mayor medida a las personas cuya cesta de la compra supone la mayor parte de sus gastos, por encima de lo que puedan gastar en hostelería y otros bienes.
8. Quieren cambiar el IRPF y no les salen las cuentas
El IRPF tiene un tramo autonómico, así que Ciudadanos podría modificar este impuesto si llega a gobernar en alguna comunidad autónoma.
Luis Garicano presentó una propuesta de reforma del IRPF que suponía una mejora de menos del 3% para aquellas personas con ingresos inferiores a 40.000 euros y –oh sorpresa– entre un 7% y 9% para aquellos contribuyentes con ingresos superiores a 65.000 euros. Por si esto fuera poco, la reforma dejaba en peor situación a la actual a aquellas personas con ingresos entre 16.000 a 25.000 euros.
Curiosamente, el salario mediano español –el que más gente tiene, no la media aritmética– está en torno a los 19.000 euros anuales. El diario Cinco Días realizó esta comparativa entre el IRPF previsto para 2016 y el propuesto por el partido de Rivera. Un desastre.
Vista la repercusión negativa de esta propuesta, Garicano ha dicho que “la versión 2.0 de la propuesta fiscal saldrá dentro de muy poco”. Es de suponer que llegará después de las elecciones del 22-M, claro.
9. Hablan de otros países sin tener ni idea
Ya puestos a compararnos con otros países, conviene saber un poco en qué situación están. Hace unos días, Rivera decía –buscando la confrontación con Podemos– que “tenemos que escoger si queremos ser Venezuela o Dinamarca. Nosotros queremos compararnos con Dinamarca”.
OK. Hagámoslo.
Supongo que Albert Rivera sabrá que Dinamarca tiene un gobierno socialista y ejerce una fuerte presión fiscal sobre las grandes fortunas.Ciudadanos votó en 2013 en contra de recuperar el Impuesto sobre el Patrimonio que, por cierto, recaudaba en nuestro país más de 2.000 millones de euros anuales. Votaron también en contra de reestablecer el Impuesto de Sucesiones, que grava las herencias más altas.
Sin embargo, a Ciudadanos no le parece mal subir el IVA, que es un impuesto que pagan todos los ciudadanos independientemente de su poder adquisitivo y, por tanto, perjudica en mayor medida a los que menos tienen. Supongo que se refería a esto con lo de “parecerse a Dinamarca”, porque el IVA allí es del 25%.
El estado de bienestar danés también es impresionante. Un ejemplo: la baja de maternidad dura un año y el niño recibe unos 300 euros al mes hasta su mayoría de edad. La universidad es 100% gratuita (sin tasas) y hay ayudas para el alquiler y préstamos sin intereses para independizarse, concedidos por el estado.
Además, Dinamarca controla desde el estado la mayor parte de empresas energéticas y tecnológicas del país. Para parecernos a Dinamarca, habría que recuperar algunas de las empresas privatizadas durante los últimos 20 años o establecer una ley que regule sus prácticas desde el Estado y garantice los derechos de los ciudadanos y el acceso a estos bienes de primera necesidad, algo a lo que Ciudadanos se opone.
Por cierto, en Dinamarca todas las mujeres tienen derecho al aborto libre,sin ninguna explicación, excusa o justificación, si se da durante las primeras 12 semanas. En este sentido, Ciudadanos apuesta por una combinación de plazos y supuestos y niega que el aborto sea un derecho.
10. Ciudadanos tiene a esta gente en sus filas
Vale que en todos los partidos hay tolais, pero ya que empiezas de cero –o eso dices– podrías buscar a gente un poco válida y que no quede en evidencia a la primera de cambio. Estas son algunas de las joyitas que Ciudadanos tiene en sus listas:
Pedro Fernández Aránguez, candidato a la alcaldía de Ciudad Real, ni siquiera conoce las propuestas de su partido.
Alfredo Perdiguero, subinspector de la Policía Nacional, va en los primeros puestos de la lista a la Comunidad de Madrid. Aquí le tenemos hablando de violencia de género y de cómo las mujeres denuncian por “ataques de cuernos” y esas cosas.
A Pablo Zubiaur, candidato en la lista de Tres Cantos (Madrid), le gusta mucho ir al Valle de los Caídos y quiere que se evite su cierre. Por eso forma parte de un grupo de apoyo en Facebook.
Por último, Juan Marín, un tipo que ha pasado por el PP, el Partido Andalucista y el PSOE antes de ser el candidato andaluz de Albert Rivera.
En su última etapa como teniente de alcalde en Sanlúcar, Marín destacó por su afán privatizador –le dijeron en un pleno que sólo le faltaba privatizar la playa–, rechazó la creación de comedores sociales, le subió el sueldo 10.000 euros al alcalde y llevó a cabo otras medidas igualmente populares. Una joyita que llega a Ciudadanos buscando el protagonismo que no ha tenido en otros partidos.
Abalos