El caso Ciempozuelos, una trama de mentiras y manipulaciones del PPGurtel y Manos Limpias contra el PSOE en las personas de dos alcaldes socialistas; Joaquín Tejeiro, y Pedro Torrejón,
Han pasado ocho años y medio desde que un fax les metió en un lío. El fax era un supuesto contrato, enviado al andorrano Andbanc, en el que anunciaban una comisión de 40 millones por recalificar unos terrenos. Desde entonces, los dos ex alcaldes socialistas de Ciempozuelos Pedro Torrejón y Joaquín Tejeiro, junto a sus familias y otros empresarios, han estado señalados. Ellos incluso pasaron dos meses en prisión preventiva.
La sentencia de 83 días de juicio termina por absolver a todos, y los magistrados de la Audiencia Provincial son muy duros con el PP y Manos Limpias, que promovieron todo el caso.
Para Esperanza Aguirre, en 2006, este era «el mayor caso de corrupción de la historia de España». Pero los jueces no lo ven así. Para empezar, cuestionan, aunque no tanto como para anular la causa, al propio juez instructor, Agustín Carretero, que tras las elecciones de 2007 empezó a trabajar de alto cargo en la Comunidad contratado por Aguirre: «Es evidente que respecto del juez instructor cabe una razonable sospecha de parcialidad. [...] Aunque no hay, y esto hay que decirlo con toda claridad, ningún dato en la causa que revele una actuación parcial del juez, su apariencia de imparcialidad queda en entredicho».
Pero también cuestionan la investigación: «Junto a los casi 28.000 folios de instrucción, se han unido al procedimiento otros centenares de miles, distribuidos en 24 cajas, en las que se acumulan decenas de miles de datos y centenares de documentos, de forma más que dudosamente sistemática».
Respecto al fax, protestan: «A pesar de que el contrato es falso, se diría que ha sido dado por bueno por las acusaciones, ignorando incluso el auto de sobreseimiento provisional de la Sección 1ª de la Audiencia Provincial», ya que esa parte del caso se archivó y el asunto se convirtió en una compleja trama de empresas y cobros que no se ha demostrado.
Además, añaden: «Las acusaciones del Sindicato Manos Limpias y, sobre todo, del PP, insisten en que un contrato, que tiene todos los visos de ser falso, es real en su contenido. Con ello olvidan que, conforme a la experiencia, la mejor mentira es la que tiene algún elemento de verdad,o, al menos, de credibilidad, y, sobre todo, hacen nacer una voluntad real de una manifestación de voluntad inexistente».
Al PP le critican con dureza: «El Tribunal prefiere no calificar la acusación formulada por el Partido Popular y se limita a exponer lo que resulta de su lectura». En los más de 100 folios de sentencia, dicen que el PP ha presentado un escrito de acusación con una «absoluta falta de correlación entre hechos y tipificación y participación hace imposible la defensa», y comentan que «la acusación del Sindicato Colectivo de Funcionarios Manos Limpias tiene el mismo defecto que la del Partido Popular».
Incluso los magistrados reconocen que «se han podido equivocar» al no expulsar del juicio al PP y a Manos Limpias, como solicitaron algunas defensas en las cuestiones previas. Y también hay para las acusaciones del PSOE y el fiscal: «Se trata de acusaciones voluntaristas o imprecisas».
Respecto al patrimonio de Pedro Torrejón, el principal acusado, dicen: «No puede extraerse ninguna conclusión, excepto la de que había capacidad inversora, de los documentos dispersos sobre compras y ventas de acciones anteriores a la toma de posesión de Torrejón como alcalde», es decir, que su familia ya tenía dinero antes de ser un cargo público.
Pedro Torrejón declaró ayer a este periódico: «Estamos satisfechos con la sentencia, porque demuestra lo que llevamos diciendo ocho años y medio. Ha sido un procedimiento con fines partidistas del PP en el que el PSOE ha sido un acompañante que, aun sabiendo que no había nada ilícito, se ha dejado llevar por el miedo y afán de protagonismo».
«El problema es que además de la situación jurídica hay una condena social. Yo no he tenido ningún problema en el pueblo gracias a mis amigos, pero a veces sabes que la gente comenta a tus espaldas y, aunque pase el tiempo y esté archivado, siguen diciéndote: 'Eh, tú tienes 40 millones en Andorra'», concluyó.
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