Del blog de Coral Bravo
Pensiones: el golpe de gracia neoliberal
Hace escasamente cinco días, en la clausura de la Convención regional del Partido Popular en Valencia, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmaba que “el año que viene será mejor que éste” refiriéndose a 2014. También lo afirmaba en una entrevista en la cadena COPE a principios del pasado noviembre, refiriéndose al actual 2013. Probablemente no tiene en cuenta que se prevé un descenso del PIB de un 1% en este año, y un aumento del paro al 28%.
Desconocemos los datos y los criterios que maneja el presidente, porque, mientras suelta esas perlas, el país se hunde. Sin embargo, tras estas felices y optimistas declaraciones nos enteramos los españoles de que va a bajar las pensiones. Otro golpe maestro más del gobierno neoliberal. Otro “recortazo” que nos deja de piedra porque, aunque se veía venir, nunca hubiéramos podido esperar tal hachazo en algo tan relevante para el bienestar, ya tan extremadamente deteriorado, de los españoles. Y más considerando que las pensiones españolas son de las más bajas de Europa; un pensionista español recibe mensualmente alrededor de 300 euros menos que la media europea. Y más aún teniendo en cuenta, además, que Rajoy y los miembros de su gobierno han reiterado en numerosas ocasiones que “nunca se tocarán las pensiones”.
“Si hay algo que no tocaré será las pensiones” decía Rajoy el 10 de septiembre de 2012 en la Televisión pública.
“El Gobierno no va a caer en el mayor recorte social de este país que es la congelación de las pensiones”, decía el 4 de octubre Carmen Álvarez Arenas, portavoz de empleo del grupo Popular, en el Congreso.
“Nunca se congelarán las pensiones”, afirmaba la ministra de Empleo el 10 de octubre en el Congreso, como respuesta a una pregunta parlamentaria.
“Dentro de las dificultades económicas y el control del déficit, la prioridad es defender a los pensionistas”, expresó Rajoy en Bruselas el pasado 23 de noviembre en una rueda de prensa.
“Las pensiones se ajustarán a la subida de la vida”, afirmó la vicepresidenta del gobierno el pasado 25 de septiembre en el programa Hoy por Hoy, de la Cadena Ser.
No es de extrañar tanta mentira en un Gobierno cuyo presidente afirmaba en campaña electoral que “subir el IVA es un disparate” y lo hizo, sin reparo y sin dar explicaciones, en cuanto llegó al poder. Y ahora, se esconden tras un informe favorable de una comisión de “sabios” designados a dedo por la mismísima ministra de Trabajo. Es como dejar a un ladrón analizar sus propios hurtos. Porque es fácil intuir quiénes son y a quienes votan esos “sabios”, cuya sabiduría, me temo, está más que cercana a las soeces consignas de los neoliberales que al conocimiento de la filosofía humanista grecorromana.
Ellos denominan a ese informe “Informe sobre el Factor de Sostenibilidad”; ya sabemos que los del Partido Popular saben muy bien disfrazar el significado real de las cosas inventándose expresiones falaces e inentendibles para suavizar el impacto negativo que produce su vergonzosa gestión en los ciudadanos. Porque el contenido objetivo de tal informe, en lenguaje claro y entendible, echaría a la gente a la calle exigiendo la dimisión de este gobierno que está despedazando el país. Hablando en plata, según esta nueva reforma que tiene previsto el gobierno tener lista en julio, las pensiones de los españoles descenderán casi un cincuenta por ciento y nos harán trabajar hasta bien entrada la ancianidad.
Me pregunto si el gobierno y si estos “sabios” tienen en cuenta que, ya con las pensiones actuales, un 12% de los ancianos no puede costearse sus medicinas, y si han previsto alguna solución para la miseria que va a tener que soportar el grueso de los españoles (porque las pensiones más bajas son la mayoría). Aunque lo de “grueso” es palabra poco oportuna, porque medio país en breve se quedará literalmente en los huesos (por hambre y penurias).
Y me pregunto si tienen en cuenta la precariedad extrema en la que están viviendo millones de españoles, y si tienen en consideración el alarmante aumento de suicidios en los últimos meses en este país motivados por la pobreza, el paro y los desahucios. Por supuesto que lo tienen en cuenta, pero parece darles igual. Es curioso cómo los de la derecha, tan católicos, tan cristianos, y que tanto vociferan en nombre de “los valores”, muestran una actitud tan lejana al amor al prójimo que dicen defender. Y es curioso cómo les deja indiferentes el incumplir sistemáticamente ese mandamiento cristiano, “no dirás falsos testimonios, ni mentirás”, del código dogmático al que son tan adeptos. Será porque tras la confesión dominical en misa de 12 se quedan libres de culpa.
Coral Bravo es Doctora en Filología
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