TODOS CONTRA EL PSOE (la derecha nos tiene panico)

Darle hostias a Pedro Sánchez hasta en el carnet de identidad

Luis Arroyo

Así de impresionista y poco diplomático se mostró Carles Francino en la Cadena Ser el pasado miércoles para describir lo que cree que es casi un “discurso oficial”: destruir al candidato a la presidencia del PSOE antes de las Elecciones del día 20. Así ha sido: esta semana se ha notado una presión excepcional sobre Pedro Sánchez, procedente de sus adversarios de la derecha (PP y Ciudadanos), y de la izquierda (Podemos). La presión empezó decretando todos ellos al unísono, que en el debate electoral del lunes, Sánchez había quedado fuera de la carrera.

Las razones de la confluencia de intereses, que Felipe González identificó el mismo miércoles con la famosa “pinza” que ejercieron contra él Aznar y Anguita, son poderosas. 

El PP vive mucho mejor con Podemos que con el PSOE. Si se cumplen las previsiones, Podemos será un partido importante en el Congreso, pero sus posiciones seguirán siendo las típicas del comunismo convencional, poco peligrosas para los conservadores por su excentricidad. Al PP le va bien tener allí a un Pablo Iglesias que defiende que “el derecho a portar armas es una de las bases de la democracia”, porque “la democracia es incompatible con el monopolio de la violencia por parte del Estado”, como dejó dicho hace un par de años en un vídeo espectacular. 

Al PP le va bien un partido que pide un referéndum inmediato de autodeterminación en Cataluña. Suponemos que distinto del referéndum sobre el Estatuto de Autonomía de Andalucía, que el líder de Podemos confundió en el debate, en un error incomprensible para un profesor de Ciencia Política y candidato a la presidencia. El PP vive mucho mejor con la oposición de Podemos que con la del PSOE, su enemigo tradicional.

Ciudadanos vive mucho mejor sin el PSOE. Primero, porque del PSOE cree que puede recibir parte de su electorado más templado y apático, menos ideológico. Y segundo porque el PSOE desvela constantemente el carácter conservador del origen y el ideario del partido de Rivera. El compadreo que Rivera e Iglesias mantienen como representantes de la “nueva política” se desarrolla hacia una misma adversaria: la “vieja política” que representan el PP y el PSOE. Por lo demás, si en algún momento el español puede ver a alguien con porte presidencial, ése no es Pablo Iglesias, pero sí Sánchez y Rivera. El enemigo natural de Ciudadanos, en términos electorales, vuelve a ser el PSOE.

Y Podemos vive mucho mejor si el PSOE no existe. Porque en realidad, Podemos quiere ser el PSOE de los años venideros. Ocupar su espacio como ya se ha merendado el de Izquierda Unida. 

No, es completamente seguro que no ha habido una reunión secreta del PP, Ciudadanos y Podemos para fijar en común a quién hay que "darle hostias", pero es evidente que el PSOE es en estos momentos el enemigo común a batir en una guerra que se libra toda la semana que viene, con el resultado que conoceremos el 20 de diciembre. 

Al PSOE sólo le cabe en tales circunstancias una opción. Mantener la muy verosímil historia de que el único presidente progresista alternativo a Rajoy es Pedro Sánchez. Y el único partido socialdemócrata es el PSOE. El partido que, arrastrando también sus fracasos y sus penurias, trajo a España los más importantes avances en derechos y libertades. Y denunciar a quienes desde la derecha, vieja o seminueva, pretenden cercenarlos. Y a quienes desde la izquierda más mentirosa ocultan orígenes, posiciones e intenciones.

 

NO TE LA JUEGUES, SI QUIERES ECHAR A RAJOY, VOTA PSOE VOTA PEDRO SANCHEZ-CASTEJON