Se dice que de la teoría a la práctica hay
un trecho, e Izquierda Unida nos lo confirma con sus movimientos pendulares que
sus dirigentes siempre tratan de justificar, pero ya no se sostienen. Y para
ejemplo podemos destacar lo que está ocurriendo en Asturias y en Extremadura,
que requiere una explicación pública y muy exhaustiva por parte de sus
dirigentes.
La pasada semana nos
enteramos de que Ángel González, el portavoz de IU en el parlamento asturiano,
ha sido condenado a 7 años de inhabilitación por un delito de prevaricación, al
haber incurrido en un fraccionamiento de forma ilegal de contratos públicos contrario
al ordenamiento legal vigente, siendo plenamente consciente de ello. Puede que
haya sido una práctica habitual de muchas administraciones, sin que hubiese
estado sometida a la persecución penal, pero quienes han querido convertirse en
los adalides de la limpieza, no pueden incurrir en el mismo grave error que
ellos mismos critican.
Lo más grave de su
conducta se encuentra en el hecho de permanecer en el cargo a pesar de
haber
sido imputado, acusado formalmente, y ahora condenado. ¿Nos hemos olvidado de
las palabras de muchos dirigentes de Izquierda Unida, exigiendo la dimisión de
los imputados por higiene democrática?. Mucho predicar y exigir a los demás,
pero cuando les toca a ellos se olvidan de sus promesas. Ya sabemos que no va a
dimitir de sus cargos, salvo que le obliguen a ello, pero la circunstancia de
tener intención de recurrir la sentencia por entender, como ha afirmado, que “todo es una gran mentira“,
no justifica su permanencia en el escaño que ocupa.
El líder y el que manda en IU |
Lo de Extremadura, en
donde gobierna el PP con el apoyo explícito de IU, es otro cantar, que afecta
directamente a la credibilidad de sus dirigentes nacionales, cuando afirmaron
que nunca permitirían que hubiese un gobierno de derechas cuando pudiesen
evitarlo. Ahora los socialistas han presentado una moción de censura por
sorpresa y les ha cogido con el pie cambiado, poniéndoles en una posición muy
incómoda en plena campaña electoral para las europeas. Tenían la
oportunidad de rectificar, pero han optado por abstenerse, que es tanto como
mantener su apoyo inquebrantable a la derecha, lo que tarde o temprano les va a
pasar factura en las urnas. No se puede mantener un programa de izquierdas
apoyando a la derecha, y todo hace pensar que los dirigentes extremeños actúan más por desavenencias personales que por ideología.
Y ahora, ¿cómo
sale IU de los atolladeros en los que que se ha metido sin la ayuda de
nadie?. Una huida hacia adelante puede convertirse en un grave error, que por
soberbia son incapaces de enmendar. Sus dirigentes cada vez se parecen más en
su forma de actuar a los de los dos grandes partidos. Cosas que pasan cuando
los mismos de siempre se perpetúan en sus cargos. Los profesionales de la
política, salvo escasas excepciones, son así; todos iguales.
¿Y esta es la alternativa al PSOE? |
Fernando de Silva es
abogado y autor del blog SInLaVeniA
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