lunes, 17 de noviembre de 2014

DE OBLIGADA LECTURA ¿PODEMOS? (lo que hay detrás de Podemos, el Coletas y sus amigos)

A ‘Podemos’ le sobra soberbia y le falta conocimiento
Conocí en el verano del 2013 a Pablo Iglesias en un plató de la tele de Silvio Berlusconi (Cuatro) que dirigía mi paisano soriano Jesús Cintora. Uno y otro estaban entonces lampando y como yo milito en el partido y en la cultura del MERITO sólo tengo parabienes para ambos. El éxito para el que lo trabaja. Punto. Esto es hoy lo progre y lo molón.

Recuerdo que a la salida del programa, Iglesias estaba un tanto atribulado porque no estaba seguro de que le volvería a llamar; yo le consolé diciendo: ¡Sí, hombre, sí, tranquilo este Cintora es muy suyo y muy particular. Seguro que no te quita el caramelo! Tan atribulado estaba el joven profesor asociado de la Complutense que incluso se permitió ofrecerse a Revilla para llevarle la campaña.

Éxito
Unos meses después el camarada Pablo está en la cresta de la ola y, dicen que dicen, que amenaza a la “casta” y quiere dinamitar todo el andamiaje de la Transición, su Constitución y sus modales democráticos aunque no perfectos.

¡No me parece mal dado el marco que nos rodea! Ahora bien, los cambios y las revoluciones en Europa y en pleno siglo XXI o son tranquilos y democráticos o simplemente no son. Punto.

Se puede afirmar que no se pagará la deuda soberana; se puede afirmar que se quitará un piso a los que tengan dos; se puede declarar que impondrán manu militari una renta mínima a todos los españoles de 1.800 euros; se puede decretar la jubilación forzosa a los 60 años…Todo lo que se quiera. Pero con un poco de respeto y de formalidad sin faltar como se le ha faltado a Felipe González, a Cayo Lara y a todo aquel que hizo algo por este país a la muerte del general Franco. Salvo Julio Anguita, el hombre que de una manera u otra posibilitó la llegada al poder de José María Aznar.

No todo se hizo mal. Prueba de ello es que una de sus líderes emergentes Carolina Bescansa trabajó durante años para el PSOE y cobró de esta formación política de la mano de Julián Santamaría. Estos son los hechos y son irrefutables.

Economía y realidad
He leído con toda la atención el politburó del nuevo partido político cuyo general en jefe sólo ha llegado a profesor asociado en una universidad pública. Todos ellos lucen grandes títulos de sociólogos, politólogos, etc…Pero ni uno solo ha dirigido jamás una mercería. No es lo mismo contemplar el mundo y analizarlo dirigiendo siquiera una pequeña pyme y pagar mensualmente a sus trabajadores que otearlo desde una nómina oficial y pública independientemente de si se da clase o no.

En este sentido, José Carlos Díez, que no es sospechoso, les pega un repaso soberano cada día en las tertulias y debates televisivos. ¿Cómo se puede afirmar con desparpajo que no se pagará la deuda? ¿Están chiflados o bebidos?

Futuro
He escrito en este mismo papel y dicho en muchos sitios que no quiero morirme sin ver a Podemos y su muchachada qué son capaces de hacer al frente del Estado. Estoy como loco por conocer y ver qué hacen con el salario mínimo, cómo crean puestos de trabajo, como llevan a España (ellos que presumen de patriotas y nacionalismo español), cómo meten mano a las grandes empresas y, en fin, como embridan al IBEX y, sobre todo, que son capaces de mantenerse limpios cuando tengan todo el jurdó en sus manos.

¡Quiero verlo y tocarlo!
Mientras eso llega, un poco de humildad, coño. Un poco de respeto, leche. Un poco de modestia, cojones. Porque el extremismo –hoy igual que ayer- es la enfermedad infantil del comunismo.

¡Con lo listos que se creen!

Graciano Palomo es periodista y escritor, director de FUNDALIA y editor de IBERCAMPUS

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