El insulto de monedero
27.02.2015 | 04:15
JUAN M. ESQUEMBRE
Como los ciudadanos que escuchan y leen las noticias son idiotas, voy a darles una explicación del origen de mis ingresos extraordinarios para que se la crean. Esto parece ser lo que después de muchos días debió pensar Juan Carlos Monedero al convocar su última rueda de prensa.
Para los que hemos pasado una parte de nuestra vida profesional trabajando en la asistencia técnica para organismos gubernamentales latinoamericanos, lo primero que hay que explicar es el procedimiento de adjudicación del trabajo contratado. Incluso en Venezuela, y sobre todo en Bolivia y Ecuador, un proyecto con ese valor referencial no se adjudica sin una licitación pública. En ese caso, ¿dónde están las bases de esa licitación?
Por otra parte no puede argumentarse el procedimiento de exoneración de la licitación pública por tratarse de un contrato en el que las dos partes son instituciones públicas sin fin de lucro. La sociedad, limitada o anónima que contrató con el Gobierno de Venezuela tiene un fin de lucro y no puede acogerse a las causas o motivos de la exoneración que vienen recogidos en el texto de la Ley de Contrataciones del Estado en la mayoría de países latinoamericanos. Consecuentemente, ¿Juan Carlos Monedero se adjudicó a dedo todos los trabajos realizados?
Otro tema simpático en su declaración es el de la confidencialidad para no mostrar ni un papel.
En ninguna parte del mundo un contrato de asistencia técnica entre una empresa privada y un organismo público es considerado confidencial, a menos que afecte a la seguridad nacional y sobre todo si se ha realizado con publicidad, concurrencia y legalidad. Se puede entender como prudente o discreto, pero en ningún caso confidencial, no repartir a los medios de comunicación el informe final del trabajo realizado. Pero existen documentos de carácter probatorio, admitidos y firmados por las partes, que no tienen motivo alguno de confidencialidad ya que son del todo irrelevantes. Pongo por ejemplo el documento básico en donde figura el nombre y objetivo del proyecto; su alcance; las fases de su realización; el nombre y perfiles profesionales de los técnicos que van a intervenir; el cronograma; la distribución del presupuesto; los gastos admitidos de viajes, alojamiento y manutención; y así sucesivamente.
Y para terminar, bueno será utilizar el mismo lenguaje que Monedero. Juan Carlos, no te tenemos miedo, pero nos molesta que nos tomes por imbéciles.
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