Con la que está cayendo y no hay manera de que Rajoy, este
Presidente más falso que los duros sevillanos, vaya al Parlamento de la
nación y nos explique, esta vez sin ademanes victoriosos, y sin mentiras ni alardes de triunfalismos farsantes, que es lo que esta
pasando y porque hemos llegado hasta aquí en tan solo seis meses de su gobierno.
Descubiertas
sus mentiras del sábado, contadas cuando fue llevado arrastras hasta el atril
de la sala de La Moncloa, por el grito unánime de todos los españoles,
repeperos incluidos. Con los tirones de orejas que le están dando desde la
prensa europea e internacional en general tachando de inútil mentiroso, pinocho
e incompetente majadero. Solo nos queda ahora ver como sus dos pilares para
SALVAR a España del desastre se han visto destrozados por su negación
de la realidad y su perseverancia y potenciación de la ineficacia de todo su
gobierno.
Un gobierno con ministras y ministros que se encomiendan a la
Virgen del Roció para crear empleo, o al Cristo de sabe usted qué, para que nos
ayude en la economía destrozada desde que tomaron el poder. Y eso cuando no los
pillan jugando a los jueguecitos digitales por internet. Aunque en estos casos
siempre ha sido muy socorrido el echarle la culpa a los demás, en este caso a
su hijo.
Solo le han bastado a Rajoy seis meses para destrozarlo todo. Lo
que estaba mal está en la ruina y lo que iba bien lo ha dejado hecho un
desastre. Y no acaban aquí las calamidades, Rajoy quiere más, y nos anuncia que
su país de las maravillas aun es posible. Y esto lo hace cuando ya estamos
cayendo en picado hacia el abismo.
Nos dejo la Sanidad Pública que no se reconoce y la Educación
desmantelada, al tiempo que vende hospitales a sus amigos y subvenciona a la
Escuela Privada con el mismo dinero que quita a la Pública. Amnistía a los
grandes defraudadores, sus amigos, a los que Hacienda podría atrapar con más de
70.000 millones de euros defraudados, por un misero 10% que además tampoco va a
poder recaudar, porque de Rajoy no se fían ni sus amigos los estafadores.
Promovió una reforma laboral a golpe de decretazo que dejo el
estatuto de los Trabajadores que no lo conoce ni su “padre”. Más de treinta
años luchando para conseguir una legislación laboral con cara y ojos, y Rajoy
se la cargó en un mes de desgobierno por medio de una ministra que copio y pego
en un decreto lo que la Patronal le dicto el día anterior. Despido libre y
gratuito. Nulidad de los convenios tras un año de vigencia. Salarios de
miseria.
Subió los impuestos, el IRPF, de una manera cobarde. Primero dice
a los pensionistas que les sube un 1% la pensión. Con lo que los pensionistas
tienen para irse de vacaciones a las Bermudas. Y después sube el IRPF hasta 7
puntos, con lo que la mayoría de pensionistas cobran menos que cuando no les había
subido la pensión ese 1% tan generoso.
Ha subido la electricidad, el agua, el gas, el teléfono. Ha vuelto
a enmendar la ley de propiedad horizontal y una subida del IBI brutal. Negándose
a que la Iglesia católica lo pague. Cuando todos nos estamos apretando el
cinturón, los obispos gozan de todos sus
privilegios y amenazan con dejar de hacer obras de caridad, cuando eso tendría
que estar prohibido porque ningún español debe ser “rescatado de la miseria”
por caridad, si no ayudado por su Gobierno para que tenga una vida digna como
ser humano.
Echó por tierra su tan cacareada CONFIANZA que daría nada más
llegar él a los mercados. Solo oírle empezó a subir la prima de riesgo llegando
hasta los 550 puntos, hoy mientras escribo esta en 520. La bolsa se despeñó
literalmente desde los 11.000 puntos esta hoy día en seis mil y algo. Nadie se
fía de Rajoy y su gobierno, pero eso le importa muy poco, tiene mayoría
absoluta y de ahí no le echan ni a patadas. Compró su sillón con mentiras y
falsedades y ahora lo considera suyo y nadie le hará abandonarlo hasta las
próximas elecciones aunque para ello siga mintiendo dentro y fuera de España.
Y mientras tanto, SEIS millones de parados, DOS millones de
familias con todos sus miembros en paro, UN millón de licenciados
universitarios en paro, y ONCE millones de españoles en el umbral de la
pobreza.
Y Rajoy cantando el gol de España el domingo, mientras se fumaba
un buen puro habano en la tribuna del campo junto a los príncipes de España. Su excusa fue decir que "la selección se lo merece". Nadie se merece un presidente como Rajoy, NADIE. Y
encima quiere que los mercados, los gobiernos europeos y los españoles
aplaudamos su manera de mentir a todos con la sonrisa del majadero a cuestas.
Os dejo dos enlaces que hoy son una lección de cordura más que
deberían leer desde Rajoy hasta el último mono del PP, incluidos los repeperos
(del PP Pero Pobres)
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