Si hace unos seis meses al anterior Gobierno se le hubiera
ocurrido hacer un Decreto Ley con el texto que nos acaba de poner en vigor el
Partido Popular de Rajoy y cía. en estos momentos estaría ardiendo la Moncloa
por los cuatro costados. En su lugar tenemos declaraciones de una multitud de
"enterados" de tertulias fundamentalistas del PP queriéndonos
convencer de entre otras cosas; que el PP es el partido de los trabajadores,
que los derechos de los trabajadores no se han tocado para nada, que esta
reforma fomentara el entendimiento entre empresarios y trabajadores, y un sin
fin de gilipolleces del mismo estilo para que los consumidores asiduos de
"imbecilidades" del PP se vayan a dormir tranquilos, que aquí no pasa
nada. Y si pasa, y tanto que pasa.
Os
pongo un ejemplo de libro gordo de Petete:
Un trabajador que lleva 25 años en una empresa, que
acumula por ello, 25 mensualidades de 45 días trabajados como indemnización. En
caso de ser despedido, puede serlo ahora mismo con este Decreto ley por la
cantidad de 0 euros. De patitas en la calle después de haber generado una indemnización
de aproximadamente unos 80.000 euros, por la cantidad de 0 euros.
La explicación la tenemos en un artículo, el 41 del
Decreto Ley, por el que el empresario puede modificar las condiciones del
contrato si prueba que lleva 9 meses con la economía hecha unos zorros. Y la
economía la tiene hecha unos zorros no por el trabajador que lo que hace es
trabajar desde hace 25 años, si no porque el empresario es un incompetente y no
ha sabido llevar su empresa o porque sencillamente es un caradura y nos está
mintiendo diciendo que va mal cuando en realidad se ha llevado el dinero a
alguno de esos paraísos fiscales que tanto les gusta al PP.
Las condiciones de trabajo, entre ellas el salario puede
ser rebajado sin límite por el empresario. Por lo que si mañana un trabajador
va a su puesto de trabajo y le llama el empresario y le dice este mes vas a
cobrar la mitad de tu sueldo, el trabajador tiene dos opciones, o acepta sin
chistar o se va de la empresa. En el primer caso le van a pagar por el mismo
trabajo la mitad de lo que venía cobrando, en el segundo se va a la calle y el
empresario se ahorra toda la indemnización que tendría que pagarle por sus años
de trabajo continuado en la empresa. Si a eso unimos que llevan unas semanas
diciendo desde el gobierno que lo de los minijobs y minisueldos nunca lo van a
imponer, el cinismo aquí está servido. No
lo impondrá el gobierno directamente pero si indirectamente a través de los
empresarios que están de un contento que las orejas les hacen palmas.
Pero puede haber otras maneras de mandar a la calle a los
trabajadores sin pagarles un euro de indemnización. Los traslados forzosos por
que el empresario tiene la necesidad de que un número indeterminado de
trabajadores han de ir a trabajar en la empresa que tiene en la otra punta de
España. Si aceptas seguirás trabajando pero fuera de tu residencia, si no
aceptas la puerta la tienes abierta.
Estos derechos que se han fijado en el contrato laboral
junto con los que implícitamente le dan al trabajador una cierta seguridad en
su empleo, desaparecen por medio del Decreto Ley de Rajoy, que da al empresario
la facultad de saltarse por el forro el convenio colectivo, el de empresa y/o
el sectorial. Y deja a los sindicatos con el culo al aire y sin poder de
negociación ni dentro ni fuera de las empresas. Y llegados aquí uno se
pregunta, ¿seguirán los que han hecho posible que el PP llegue al gobierno,
diciendo que todos los partidos son iguales?. Me temo que la gilipollez esta
tan extendida que no se bajaran del burro así se vea en la calle con una mano
delante y la otra atrás.
El Partido Popular
es el partido de los trabajadores y curiosamente son los empresarios los que están
contentísimos con el Decreto Ley de Reforma Laboral, y son los trabajadores los
que están cagándose literalmente en la madre que pario a todos estos
mentirosos. Sobresaliente la disertación de Dolores Cospedal insistiendo en la
ruindad que durante la campaña de la generales repetía como un mantra. Es
evidente que cuando algún trabajador la oye no le queda otra que mandarla
directamente a la mierda. Como es el caso de un servidor. Porque que una sujeta
como esta, que cobra más de un cuarto de millón de euros, con varios sueldos
repartidos entre todas las administraciones, venga diciendo tras este decreto
ley que el PP es el partido de los trabajadores debería ser constitutivo de
delito, y tras juzgarla quitarle esos tres o más sueldos que atesora y de los
que no se avergüenza, mientras despide maestros, no paga a las farmacias,
cierra casas de acogida, etc. Pero esa es otra causa perdida.
Los únicos trabajadores que hasta la fecha tenían una
cierta seguridad en su puesto de trabajo, los funcionarios. Médicos de la seguridad
social, bomberos, fiscales, enfermeros, administrativos de administraciones públicas,
maestros, catedráticos, etc., etc., etc., ven a partir de ya que también pueden
ser sujetos de un ERE. Expediente de regulación de empleo para funcionarios, ahí
queda eso. Algo que se veía venir desde hace año y medio tras los ataques
furibundos de la lideresa esperanza Aguirre secundados por Rajoy, Soraya,
Montoro, Cospedal y cía., y cantado en las TDT de la ultraderecha a todas
horas. El mantra es que “todos los funcionarios son unos vagos” y a partir de ahí,
ERE al canto. No se salva nadie, este
decreto ley está hecho para fundirse cuanto antes el mercado laboral tal y como
lo hemos conocido hasta ahora y que se convierta en un mercado de esclavos al
que acudirán los “negreros” cada mañana a las cinco para llevarse unos cuantos
al tajo.
Rajoy que entre otras mentiras y frases de “señor”
repetía que “a él nadie le iba a mandar como tenía que hacer las cosas”, lo
primero que hizo fue ir a presentarse ante la Señora Merkel para que le diera
las órdenes por escrito, porque ya se sabe que él su letra no la entiende. Y
hoy ha tenido respuesta a su decreto Ley por medio de unas felicitaciones
efusivas de Merkel que ha puesto de ejemplo para toda la UE el citado Decreto
Ley. “Nos felicitan y dicen que lo estamos haciendo muy bien” se desgañitaba la
zarigüeya histérica Soraya Sáez de Santamaría. Si esto no es de ser un
miserable repugnante ya no sé que es el nuevo inquilino de la Moncloa.
Nos calzo una subida de impuestos nada más llegar en
contra de lo que juro y perjuro que jamás haría. Ahora y siguiendo en su línea,
declara el despido libre, es decir sin indemnización, en contra de lo que juro
y perjuro que jamás haría.
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