Como si de un cuento de Navidad se tratase, el Sr. Cascos ha traído al fantasma de la Navidad pasada al corralito del PP, este fantasma no es otro que el miedo recurrente de este partido a que se materialicen opciones cercanas o afines a él y que desintegren su unidad monolítica en la que, hasta el día de hoy, se produce un fenómeno casi único en Europa: desde votantes socialdemócratas hasta ultrafascistas, pasando por una gran variedad de centristas, republicanos de derechas, conservadores, integristas cristianos y así una miríada de pensamientos distintos y distantes, que por no tener una opción clara se decantan por el mal menor, esto es, el Partido Popular Gürtel.
Evidentemente, esa situación en el voto pepero conlleva unos importantes peajes, un pago que en ocasiones se hace terrible, y que quienes lo sufren son los de siempre: las opciones menos ultras, aquellos que creen realmente en la democracia y en la tolerancia, que no entienden cómo en una organización demócrata se permite un germen fascista y violento, lo de halcones y palomas se queda corto, se podría hablar de predicadores de la paz contra asesinos de la libertad.
Peajes
Leía estos días atrás un periódico correveidile de esos que le ponen el palio a cualquiera y el cañón a aquel que disiente. En portada exigía a Marianín, sin ningún pudor, que debía derogar 20 leyes cuando llegase a la Moncloa. El grupo informativo en cuestión, como abusa de guardaespaldas entre otras lindezas frente a ciudadanos cuyo único delito es enfrentase a la corrupción, no da un talón en blanco a este Marianico Marioneta, créanlo, se cobrarán con creces su apoyo, al igual que lo hace el tipo ese que quiere ser juez del Constitucional de forma ilegal apoyado por el responsable político de Gürtel, o lo intentarán hacer decenas de mamelucos que como él querrán cobrarse los servicios prestados y los insultos desbocados, léase Alcaraz, semanarios digitales, Hefestos de las ondas, etc.
Asturias a la reconquista
De repente, uno de los representantes de la extremidad dentro del PP se desmarca y, compungido y lloroso cual adolescente desairado por el primer amor de verano, arremete contra las siglas que le cobijaron. Y claro, ahora, que le dan su medicina, le escuece. Llora como una mujer lo que no supiste defender como hombre. Granada no es Asturias y un reino no es una candidatura, pero a alguien acostumbrado a conseguir con rodillo todo lo que quería, este incidente le tiene en un sin vivir. Seguro. Ahora bien, en un momento, el Sr. Cascos pasa de ser baluarte de los valores peperos más inmutables a traidor, enrabietado, a ex hombre de honor que se hace el Hara Kiri, y mil plúmbeos atributos más. Y el peor para el ex general secretario: Ayuda al PSOE, ¡¡¡¡¡ANATEMA¡¡¡¡¡, ayuda al archienemigo, él, un hombre de Aznar, Dios se lo lleve antes que hacer mal a la organización pepera gürteliana llamada a regir los designios de esta destrozada España por siglos: Salve y Gloria al Rex Hispaniorum Rajoniorum.
Ante todo, libertad
El Pacto Antitransfugismo ha sido el mayor dislate en la democracia española, aquí la persona que quiere cambiar de siglas puede hacerlo porque la ley lo permite, no existe legislación antitránsfuga, porque el tránsfuga no existe, no es ni bueno ni malo. El pacto recoge simplemente la tenaz obstinación de los partidos de hacerse con la democracia, de raptarla y asfixiar la libertad por medio de siglas. No se hace una ley antitránsfuga porque sería inconstitucional. El mandato no es imperativo ni el puesto político depende de los partidos: el mandato es representativo y sólo se responde ante los electores. Es por ello que el Sr. Cascos, a quien yo critico en otros aspectos, que ahora quiere representar a otra formación, no se tiene por qué defenestrar como están haciendo sus otrora jaleadores mediáticos. Gentuza.
Gobierno Cascos
Cascos, con esta disponibilidad que mantiene en Asturias, y en el hipotético caso de que ganara las elecciones, tendría la oportunidad de formar su propio Gobierno por vez primera en su vida. Según los últimos acontecimientos de Gürtel, podríamos hacer alguna quiniela o aproximación de cómo podría quedar ese Ejecutivo. Qué duda cabe que de vicepresidente llamaría a su amigo, asesor, y nunca bien valorado Francisco Correa, el cual llegó al PP gracias a él y del cual recibió cual dadiva de maná caída del cielo la cuenta de Aena, según declaración de Correa, esta cuenta le fue asignada “manu militari”, esto es, digitalmente, vamos, a dedo. Qué tándem este de Cascos y Correa, el gobierno C&C, quienes parodiando a Rajoy pondrían por lema el famoso “Viva el bussines” (entónese de forma algo gangosa o gutural profunda, sin emoción y consciente de su propia debilidad y falta de recursos, estilo Rajoy vamos).
En tesorería, ese amigo entrañable, ese Bárcenas, al que defendió en momentos amargos no podría faltar a la fiesta en los momentos dulces. ¡Qué buen tesorero! Jefe de las cuentas públicas para Asturias, aquel que según Correa, recibió más de mil millones de vellón, de la época Cascos. Caray qué época, dio mucho de sí. En Comercio distinguiría Cascos a Ortega, ex alcalde de Majadahonda, al cual se adjudica en Gürtel ser el dueño real de alguna que otra empresa con la que colaboró Cascos, los negocios unen mucho, así que ¿cómo no llamarlo para compartir éxitos y dinero público?. La tarea de asesoramiento gubernativo podrían desempeñarla con todo vigor y brillantez, dos grandes gürtelianos: Galeote, hombre de profundas raíces europeas en donde haría que el Principado ocupara el lugar que le corresponde y ese otro referente del clan Valladolid, amigo de Jaguars y casas de postín, Jesús Sepúlveda, un todo camino de la política, especialmente desde su unión con Aznar-Correa, con quienes consiguió poner vela color de billetes de 500 al barco Gürtel del PP. Para terminar y demostrando que él si es agradecido y no como ese pusilánime de Rajoy, podría sustituir la Cruz de la Victoria del escudo de Asturias, por la efigie de ese líder, ese prócer, ese quinto ex presidente más indeseable del mundo: la cara o faz del Basileus, el Gran Zar, el Negus, Sha o Sátrapa del Engaño y la manipulación en tiempos de guerra, alias Aznar. Con este estandarte, estimado Cascos, la reconquista del resto de territorios ateos de esta desfondada España, sería coser y Gürtel, para ti y tu nuevo equipo político.
Pd: Si Cascos dice que al PP Gürtel le importa un pepino Asturias, se podría colegir que al PP Gürtel le importa un pepino España. Los españoles le importamos un pepino a Rajoy y a su equipo, lo que les importa es el poder exclusivamente.
José Luis Peñas es el denunciante del caso Gürtel, ex concejal del PP en Majadahonda y abogado
Peajes
Leía estos días atrás un periódico correveidile de esos que le ponen el palio a cualquiera y el cañón a aquel que disiente. En portada exigía a Marianín, sin ningún pudor, que debía derogar 20 leyes cuando llegase a la Moncloa. El grupo informativo en cuestión, como abusa de guardaespaldas entre otras lindezas frente a ciudadanos cuyo único delito es enfrentase a la corrupción, no da un talón en blanco a este Marianico Marioneta, créanlo, se cobrarán con creces su apoyo, al igual que lo hace el tipo ese que quiere ser juez del Constitucional de forma ilegal apoyado por el responsable político de Gürtel, o lo intentarán hacer decenas de mamelucos que como él querrán cobrarse los servicios prestados y los insultos desbocados, léase Alcaraz, semanarios digitales, Hefestos de las ondas, etc.
Asturias a la reconquista
De repente, uno de los representantes de la extremidad dentro del PP se desmarca y, compungido y lloroso cual adolescente desairado por el primer amor de verano, arremete contra las siglas que le cobijaron. Y claro, ahora, que le dan su medicina, le escuece. Llora como una mujer lo que no supiste defender como hombre. Granada no es Asturias y un reino no es una candidatura, pero a alguien acostumbrado a conseguir con rodillo todo lo que quería, este incidente le tiene en un sin vivir. Seguro. Ahora bien, en un momento, el Sr. Cascos pasa de ser baluarte de los valores peperos más inmutables a traidor, enrabietado, a ex hombre de honor que se hace el Hara Kiri, y mil plúmbeos atributos más. Y el peor para el ex general secretario: Ayuda al PSOE, ¡¡¡¡¡ANATEMA¡¡¡¡¡, ayuda al archienemigo, él, un hombre de Aznar, Dios se lo lleve antes que hacer mal a la organización pepera gürteliana llamada a regir los designios de esta destrozada España por siglos: Salve y Gloria al Rex Hispaniorum Rajoniorum.
Ante todo, libertad
El Pacto Antitransfugismo ha sido el mayor dislate en la democracia española, aquí la persona que quiere cambiar de siglas puede hacerlo porque la ley lo permite, no existe legislación antitránsfuga, porque el tránsfuga no existe, no es ni bueno ni malo. El pacto recoge simplemente la tenaz obstinación de los partidos de hacerse con la democracia, de raptarla y asfixiar la libertad por medio de siglas. No se hace una ley antitránsfuga porque sería inconstitucional. El mandato no es imperativo ni el puesto político depende de los partidos: el mandato es representativo y sólo se responde ante los electores. Es por ello que el Sr. Cascos, a quien yo critico en otros aspectos, que ahora quiere representar a otra formación, no se tiene por qué defenestrar como están haciendo sus otrora jaleadores mediáticos. Gentuza.
Gobierno Cascos
Cascos, con esta disponibilidad que mantiene en Asturias, y en el hipotético caso de que ganara las elecciones, tendría la oportunidad de formar su propio Gobierno por vez primera en su vida. Según los últimos acontecimientos de Gürtel, podríamos hacer alguna quiniela o aproximación de cómo podría quedar ese Ejecutivo. Qué duda cabe que de vicepresidente llamaría a su amigo, asesor, y nunca bien valorado Francisco Correa, el cual llegó al PP gracias a él y del cual recibió cual dadiva de maná caída del cielo la cuenta de Aena, según declaración de Correa, esta cuenta le fue asignada “manu militari”, esto es, digitalmente, vamos, a dedo. Qué tándem este de Cascos y Correa, el gobierno C&C, quienes parodiando a Rajoy pondrían por lema el famoso “Viva el bussines” (entónese de forma algo gangosa o gutural profunda, sin emoción y consciente de su propia debilidad y falta de recursos, estilo Rajoy vamos).
En tesorería, ese amigo entrañable, ese Bárcenas, al que defendió en momentos amargos no podría faltar a la fiesta en los momentos dulces. ¡Qué buen tesorero! Jefe de las cuentas públicas para Asturias, aquel que según Correa, recibió más de mil millones de vellón, de la época Cascos. Caray qué época, dio mucho de sí. En Comercio distinguiría Cascos a Ortega, ex alcalde de Majadahonda, al cual se adjudica en Gürtel ser el dueño real de alguna que otra empresa con la que colaboró Cascos, los negocios unen mucho, así que ¿cómo no llamarlo para compartir éxitos y dinero público?. La tarea de asesoramiento gubernativo podrían desempeñarla con todo vigor y brillantez, dos grandes gürtelianos: Galeote, hombre de profundas raíces europeas en donde haría que el Principado ocupara el lugar que le corresponde y ese otro referente del clan Valladolid, amigo de Jaguars y casas de postín, Jesús Sepúlveda, un todo camino de la política, especialmente desde su unión con Aznar-Correa, con quienes consiguió poner vela color de billetes de 500 al barco Gürtel del PP. Para terminar y demostrando que él si es agradecido y no como ese pusilánime de Rajoy, podría sustituir la Cruz de la Victoria del escudo de Asturias, por la efigie de ese líder, ese prócer, ese quinto ex presidente más indeseable del mundo: la cara o faz del Basileus, el Gran Zar, el Negus, Sha o Sátrapa del Engaño y la manipulación en tiempos de guerra, alias Aznar. Con este estandarte, estimado Cascos, la reconquista del resto de territorios ateos de esta desfondada España, sería coser y Gürtel, para ti y tu nuevo equipo político.
Pd: Si Cascos dice que al PP Gürtel le importa un pepino Asturias, se podría colegir que al PP Gürtel le importa un pepino España. Los españoles le importamos un pepino a Rajoy y a su equipo, lo que les importa es el poder exclusivamente.
José Luis Peñas es el denunciante del caso Gürtel, ex concejal del PP en Majadahonda y abogado
No hay comentarios:
Publicar un comentario